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A Fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Suecia y España, un año contra el paro en la UE

Tras la fallida presidencia checa de la UE, Suecia recoge hoy el testigo con la crisis y la escalada del paro como principal inquietud. Estocolmo responde a esas amenazas con una agenda de reformas económicas, laborales y financieras que, en muchos casos, deberá rematar España durante su presidencia en el primer semestre de 2010.

Hasta hace poco, el salto geográfico de Estocolmo a Madrid hubiera permitido anticipar unas presidencias con dos agendas contrapuestas o, al menos, divergentes. Pero ya no es así.

El crecimiento sostenible que Suecia quiere impulsar durante su mandato ha dejado de ser un concepto exotérico en España, un país que se ha puesto a la cabeza de Europa en materia de energías renovables.

Y la lucha por la igualdad de género, un combate que hasta hace poco se identificaba con Escandinavia, se perfila ya como una de las máximas prioridades del semestre español.

Con todo, ha sido la pésima coyuntura económica la que ha hecho inevitable que los Gobiernos de Fredrik Reinfeldt y José Luis Rodríguez Zapatero sincronicen sus respectivas presidencias.

"La UE afronta un periodo crucial" reconoció la semana pasada el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, durante la presentación en la capital de su país del programa de su presidencia. Y la ministra de Asuntos Europeos, Cecilia Malmström, añadía en Bruselas, que "la situación económica sigue siendo muy grave y en el otoño, el paro será muy elevado en varios países de la UE".

Quizá la mejor prueba de la preocupación del Gobierno sueco no es retórica se encuentre en que ha relegado a un segundo puesto sus habituales objetivos medioambientales, a pesar de que durante su semestre se celebrará en Copenhague la cumbre que podría pactar la continuidad del Protocolo de Kioto para reducir las emisiones de CO2 en todo el planeta.

A pesar de esa importante cita, la economía y el empleo han ocupado esta vez la primera plaza en la agenda de una presidencia que hoy se reúne en Estocolmo con la Comisión Europea para coordinar los trabajos del próximo semestre. Y cabe imaginar que si las previsiones de Bruselas se cumplen, el paro dominará también el próximo mes de enero la reunión del Gobierno español con el organismo comunitario. La CE prevé que para entonces el paro haya alcanzado el 9,4% en la UE, el 8,4 en Suecia y el 17,3% en España.

Suecia reconoce en el programa de su presidencia que las políticas de empleo siguen siendo responsabilidad de cada país miembro de la UE. Pero el Gobierno de Reinfeldt, una coalición de conservadores y liberales, considera imprescindible "evitar los errores de décadas anteriores que llevaron a mucha gente a un paro de larga duración o a salir del mercado laboral de manera prematura".

Movilidad y formación

Suecia propone combinar medidas a corto plazo, para limitar el crecimiento del paro, con otras a largo que sirvan para crear "un mercado laboral activo", basado en la movilidad, la formación continua y el ajuste de la oferta y la demanda laboral del modo menos traumático posible.

Estocolmo prepara también las bases de la agenda económica que sustituirá el año que viene a la llamada Estrategia de Lisboa, las orientaciones de liberalización y modernización económica seguidas por la UE desde el 2000.

El acuerdo sobre la nueva agenda debería cerrarse la próxima primavera, ya bajo presidencia española Y Malmström asegura que los dos gobiernos "mantienen una estrecha cooperación" para que el pacto sea posible.

Si el parto llega, la agenda de Madrid nacerá en un clima económico muy diferente al de Lisboa hace 10 años, cuando Aznar, Blair, Chirac o Schröder cayeron rendidos ante el empuje del modelo económico estadounidense.

La UE se dispone ahora a corregir algunos de los excesos cometidos en la desregulación del mercado, en particular, del sector financiero. La presidencia sueca espera rematar el acuerdo sobre el nuevo marco de supervisión financiera, que deberá empezar a aplicarse durante el mandato español. La reforma prevé la creación de tres Autoridades (para banca, seguros y Bolsa) con capacidad de dictar normas vinculantes para los 27 países de la UE.

No será el único cambio institucional que trillará Suecia y estrenará España. Estocolmo confía en que durante su semestre concluya la ratificación del Tratado de Lisboa (que ayer dio un paso adelante con una sentencia favorable del Tribunal constitucional alemán). De cumplirse el calendario, Rodríguez Zapatero sería el primer presidente semestral en convivir con el nuevo presidente estable de la UE. Y las últimas quinielas indican que el nuevo puesto sería par su compatriota y compañero de partido, Felipe González.

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