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Automoción

La crisis tiñe de rojo a los fabricantes de coches

Las empresas instaladas en España perdieron 333 millones en 2008.

Las pérdidas vuelven a la industria de la automoción seis años después. La causa, la crisis de las ventas en los principales mercados europeos, que ha dañado gravemente la ya de por sí exigua rentabilidad del sector del motor implantada en España. La patronal de los 11 fabricantes de automóviles implantados en España, Anfac, anunció ayer que registró unas pérdidas de 333 millones de euros en 2008, el año de la peor crisis para la industria.

Para la organización, los motivos han sido claros. La "escasa demanda interior" -"brusca desaceleración" de las matriculaciones, según las palabras del presidente de Anfac, Francisco García Sanz- se unió a la elevada competencia del mercado, lo que ha repercutido sobre los precios. Además, la producción sufrió una caída del 12%, a lo que hay que sumar el 6% de retroceso de las exportaciones a raíz del descenso de matriculaciones en los principales mercado europeos.

Baja rentabilidad

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Anfac-Memoria 2008

Por todo ello, las empresas volvieron a sufrir el pasado año los efectos de su exigua rentabilidad, que les proporciona un colchón mínimo cuando las ventas se desinflan. El ratio de beneficio sobre facturación había crecido en los últimos años, hasta cerrar en un 1,1% en 2007. El mal estado de la coyuntura económica internacional, sin embargo, ha retraído esta tasa hasta el -0,9%.

La caída de la actividad también se observa en las cifras de negocio. El sector facturó en el último ejercicio completo 38.421 millones, una cifra inferior en un 25,8% a los 51.768 millones registrados el año anterior. En España, la venta de turismos y todoterrenos cayó un 28,1% durante el ejercicio, después de cerrar dos meses seguidos con reducciones de alrededor del 50%.

Así, no es de extrañar que como consecuencia de todo lo expuesto los fabricantes de coches hayan perdido peso dentro de la economía española sobre el Producto Interior Bruto (PIB) español. Esta ratio ha pasado a situarse en el 3,5%, frente al 4,9% contabilizado en 2007 y 2006. De la misma forma, el sector concentró en 2008 el 8,7% de la población activa española, lo que supone un descenso en comparación con el 9% registrado en 2007, mientras que mantuvo un 19,6% de la exportación española (20,9% en 2007) y un 12,3% de las importaciones (15,6% en 2007).

Esta pérdida de peso de la industria del motor ya llevó al director general de Anfac, Luis Valero, a exponer el pasado día 16 diversas propuestas en materia laboral y social para apoyar a la industria. Entre otras soluciones, el directivo expuso a los diputados la necesidad de que las administraciones avalen las obligaciones de pago que asumen las empresas con sus trabajadores por las prejubilaciones; de la introducción de un contrato temporal de tres años y de que los contratos de relevo en las jubilaciones parciales se puedan retrasar hasta "superar la actual situación de crisis", con un plazo máximo de dos años.

En todo caso, a pesar de la reducción de la facturación y de las pérdidas, la inversión de las empresas se incrementó un 32%, hasta situarse en 1.676 millones de euros. Según la patronal, esta progresión se benefició del escaso nivel de inversiones registrado en 2007 y, en cualquier caso, pone de manifiesto "la alta confianza de las casas matrices" en las factorías de automóviles españolas.

Caída del 12% de los ingresos fiscales del motor

Si los fabricantes venden menos, el Estado también sale perjudicado. Los ingresos de la Hacienda pública procedentes de las tasas e impuestos relacionados con la compra y el uso de los automóviles en España se situaron en 23.873 millones de euros en 2008, lo que se traduce en una reducción del 12,8%, según Anfac.La organización explicó que esta recaudación inferior se debe a los menores ingresos en la compra del vehículo, así como del IVA y del Impuesto Especial por la "drástica disminución del mercado". Los impuestos sobre la adquisición de vehículos (IVA e Impuesto de Matriculación) aportaron 3.913 millones, el 32,3% menos. Los impuestos y tasas sobre los carburantes sumaron 18.814 millones, el 9,6% más.

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