A la caza de las subvenciones
La crisis hace surgir empresas que buscan ayudas públicas para otras.
Es más complejo saber qué subvenciones puede recibir tu empresa que establecer su planteamiento fiscal", asegura Alberto Martín Padrón, que se especializó en lo segundo trabajando en una gestoría hasta que decidió dedicarse a conseguir el máximo de ayudas para sus clientes. Martín es director gerente de Subvenciona, una joven empresa madrileña que en el primer trimestre de 2009 ha visto como se triplicaba el número de compañías que buscan dinero público. No sólo eso, si en un comienzo los interesados eran emprendedores y pymes, la crisis ha llevado a las grandes empresarios del país a participar en la caza mayor de subvenciones.
El intrincado sistema de ayudas estatales, del que ni siquiera desde los ministerios son capaces de ofrecer cifras claras, supone una ingente cantidad de recursos para las empresas privadas, que no siempre conocen su existencia. El Estado cuenta, por ejemplo, con un fondo de 289 millones de euros destinados a fomentar el desarrollo de planes de I+D o un montante de subvenciones a las compañías localizadas en zonas de promoción por valor de 295 millones. La dificultad radica en estar al tanto de la creación -y condiciones- de cada uno de los programas de ayudas, ya no solo estatales, sino locales y autonómicos.
æpermil;ste es precisamente el servicio que ofrecen asesorías como Subvenciona. Buscan las ayudas, las gestionan y las tramitan, a cambio de una comisión sobre el total de lo que consiguen. Y no debe ser fácil cuando entre quienes acuden a ellos se encuentran las propias administraciones públicas. "Los mismos ayuntamientos no saben a veces qué procesos de solicitud están abiertos y nos piden ayuda", afirma Martín.
El sistema de trabajo no sólo implica conocer qué ayudas puede recibir la empresa del cliente, sino que va más allá para asesorar a los emprendedores sobre cómo deben diseñar su negocio para poder beneficiarse de más subvenciones. Todo influye. La ubicación puede ser en una localidad que incentive la creación de comercios, la informatización puede recibir ayudas a la accesibilidad online para las pymes, e incluso del sexo de la persona que dirigirá la compañía ha de sopesarse, puesto que "se bonifica más a las mujeres", explica Martín. Todo ello para modelar una nueva empresa cuyos costes de iniciación, aseguran, podrían quedar cubiertos casi al 50% con dinero público. Subvenciona cuenta para ello con un programa informático que actualiza diariamente todas las ayudas publicadas en los boletines oficiales, y las cruza con las características de sus clientes, o bien establece cual de sus proyectos resultaría más bonificado.
No obstante, el perfil de los interesados en un servicio profesional de este tipo ha cambiado. La crisis ha empujado a grandes compañías consolidadas en sus sectores a bucear en las turbulentas aguas de las subvenciones a la hora de acometer nuevos proyectos.
Las grandes compañías
En concreto, Subvenciona ha visto cómo en los primeros meses de 2009 las empresas con un volumen de negocio superior a los cinco millones de euros pasaban de ser el 20% de su cartera al 45%. El sistema funciona, y es tan provechoso que las grandes empresas como Telefónica disponen de un departamento y un equipo de profesionales propio para esta labor.
Y es que a río revuelto, ganancia de pescadores. Mientras unos se ven ahogados por la falta de liquidez, otros han hecho negocio de la solución de sus problemas. De hecho, la coyuntura ha aumentado también la problemática de las empresas y generado nuevos márgenes de actuación. De esta forma, la gestión de líneas de financiación del Instituto de Crédito Oficial o de los fondos de garantía recíproca, se ha convertido en una nueva rama de la asesoría en periodo de crisis.
Bonificación al comercio, trabas para la construcción
La obtención de una subvención pública depende del sector de actividad. "El coste de abrir un comercio", explica el director gerente de Subvenciona, Alberto Martín Padrón, "puede estar financiado en más del 40% con ayudas públicas". En el ámbito de la construcción, sin embargo, los problemas se agravan y casi no hay dinero. Por el contrario, "las actividades ligadas a la investigación, las nuevas tecnologías o la industria energética, que están fuertemente subvencionadas". En cuanto al objetivo de los clientes de Subvenciona, el mayor interés está en fundar una empresa (el 43%), conseguir ayudas al comercio y la hostelería (23,5%) o la búsqueda de incentivos a la contratación (12%).