El brote verde de Gas Natural
Los accionistas de Gas Natural dieron el viernes el visto bueno, y el lunes lo harán los de Unión Fenosa, a la unión de ambas compañías. La operación, articulada como una fusión por absorción de Fenosa por Gas Natural, da lugar a un grupo que supera los 20 millones de clientes en todo el mundo (8,9 de ellos en España), con una capacidad instalada de generación de casi 17.000 megavatios, 5.200 de los cuales son ciclos combinados en España y 4.075, ciclos combinados en el exterior. Es, en suma, el primer gran grupo conjunto de electricidad y gas de España. Ello sin contar con que se encuentra entre las diez primeras utilities europeas y con que está presente en 23 países.
Hasta aquí las cifras. Pero la operación que supone la creación de la nueva Gas Natural es mucho más. Es, por ejemplo, el gran triunfo de dos gestores de talla, como Salvador Gabarró y Rafael Villaseca, que llevan años empeñados en culminar un proyecto de esta envergadura. Es, también, un grupo que nace justo cuando está a punto de ponerse en marcha la liberalización del mercado eléctrico, el próximo 1 de julio. Y es, en definitiva, la única gran operación que sobrevive en un momento en el que la economía necesita, más que nunca, noticias positivas, brotes verdes. La unión de Gas Natural y Unión Fenosa lo es.