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Tribuna
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El reto 'verde' de China

En los últimos años China ha crecido a unas tasas impresionantes (el 9,4% en 2009). Cada vez más, los chinos son conscientes que este crecimiento económico no puede hacerse a expensas de la degradación del medio ambiente. Hoy en día términos como inversión verde y ciudades ecológicas son protagonistas de muchos debates en China. A pesar de la crisis económica y financiera internacional, el sector verde chino, de momento, está a salvo de las nefastas consecuencias de la crisis.

China se enfrenta a graves problemas medioambientales, como la baja calidad del aire en las ciudades, las emisiones de carbono, la contaminación del agua, el avance de la desertificación en ciertas zonas o el procesamiento de residuos electrónicos. Mientras que algunos centros de investigación norteamericanos, como el MIT y Yale han elaborado informes bastante optimistas sobre las actuaciones chinas en materia medioambiental, otros informes no son tan halagüeños.

Tal es la preocupación por los problemas medioambientales que el 27 de marzo de 2008 se creó el Ministerio de Protección Medioambiental de la República Popular China. Su misión es "prevenir y controlar la contaminación ambiental, proteger la naturaleza y ecología, supervisar la seguridad nuclear, salvaguardar la salud pública y la seguridad medioambiental y favorecer la armonía entre el hombre y la naturaleza".

Los habitantes y visitantes de Pekín durante los Juegos Olímpicos de 2008 pudieron comprobar la diferencia entre el aire que se respiraba durante la celebración de los Juegos y meses antes. Las medidas adoptadas en Pekín, Tianjin, Hebei, Shanxi, Shandong y Mongolia interior para controlar las emisiones de contaminación durante la celebración de los Juegos Olímpicos servirán, sin duda, de gran ayuda a la hora de continuar la lucha contra la contaminación. Pekín ofrece incentivos económicos a empresas que realicen inversiones verdes, es decir, aquellas que permitan reducir los niveles de contaminación de la ciudad. En otros casos, se está trabajando con clusters de ciudades cuya contaminación afecta unas a otras. El delta del río Yangtzé, la región Pekín-Tianjin-Hebei o el delta del río Perla, por citar sólo algunos ejemplos, sufren elevados niveles de contaminación.

Sólo hace unos días que el periódico China Daily publicaba que abril de 2009 fue el mes de mejor calidad del aire en Pekín desde el año 2000.

Dentro del paquete de estímulo económico lanzado por el Gobierno chino a finales de 2008 para el periodo 2009-2010, una importante partida por valor de 3.370 millones de dólares se destinará a proyectos de ahorro energético, ecológicos, protección medioambiental y de lucha contra la contaminación. A pesar del atractivo de estas medidas y del gran potencial de rentabilidad de la industria verde en China, no hay que olvidar que se trata de un sector extremadamente competitivo, donde sólo las mejores empresas son capaces de sobrevivir.

Patricia Ordóñez de Pablos. Directora de International Journal of Chinese Culture and Management

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