Salgado consigue salvar el techo de gasto con la ayuda indirecta de CiU
Sólo Coalición Canaria y UPN escoltaron ayer al PSOE en la aprobación del techo de gasto del Estado para 2010, fijado en 182.000 millones de euros. Esta compañía insuficiente la complementó Convergència i Unió con su abstención, permitiendo de esta forma al Gobierno salvar el primer trámite presupuestario. La próxima batalla se traslada al Senado, donde el previsible veto a esta iniciativa no tendrá consecuencias formales.
En realidad, el techo de gasto prosperó sin el aval de más de la mitad del Congreso. Pero aquí lo importante para el Gobierno no fue la aritmética, sino el flotador que le lanzó Convergencia i Unió para superar este primer escollo. La votación final reflejó el voto negativo del PP y Esquerra Republicana, el voto favorable del PSOE, Coalición Canaria y UPN y la abstención del resto de los grupos.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, entonó un discurso discretamente optimista en la escena internacional y en la española. A su juicio, induce a la esperanza que en el sector financiero se aprecie cierta reducción de las primas de riesgo, que los mercados bursátiles hayan recuperado el terreno perdido a principios de año y que los indicadores de confianza se hayan orientado al alza por las expectativas de que la recesión mundial se está moderando. Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, advirtió, la enérgica respuesta de los gobiernos y de los bancos centrales parece estar comenzando a surtir efecto y el deterioro de la economía mundial podría estar tocando fondo.
En España, aunque observa 2010 como un año "especialmente difícil", confía en que la evolución económica sea cada vez más positiva, consolidándose los síntomas de reactivación, incluso en el empleo.
Esta confianza de la vicepresidenta se sustenta en el firme propósito del Gobierno de aplicar una severa política de austeridad en la gestión del gasto público, que tendrá su excepción en las partidas sociales y en las que ayuden a reorientar el modelo de crecimiento. Prueba de este sentido de austeridad, argumentó Salgado, es el descenso del 4,6% del techo de gasto para 2010, medido en términos homogéneos respecto a este ejercicio.
El Gobierno remitirá a finales de octubre un plan de saneamiento a Bruselas en el que se reflejarán las medidas encaminadas a reducir el déficit al 3% del PIB en 2012, un objetivo que la práctica totalidad de los partidos de la oposición pusieron ayer en cuarentena porque lo consideran inalcanzable.
Especialmente crítico con la vicepresidenta fue el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro. Si cuando gobernaba como ministro de Hacienda hablaba entonces del círculo virtuoso de la economía, ayer lo hizo del "círculo vicioso". Montoro acusó al Gobierno de haber llevado a España "a la mayor ruina que ha vivido la Hacienda pública" tras haber "agotado la caja del Estado mediante un aumento de la deuda "descomunal" que ha dejado sin crédito a familias y empresas.
Sánchez Llibre: "No rotundo a la subida de tributos"
Si el Gobierno se inclina en los Presupuestos del año que viene por la subida "sistemática e indiscriminada" de impuestos, que no cuente con CiU, advirtió ayer su portavoz económico, Josep Sánchez Llibre, quien anticipó que los nacionalistas catalanes "estarán radicalmente en contra" de gravar las rentas medias salariales españolas y de lastrar mediante una política tributaria equivocada el tejido productivo.Al mismo tiempo, Sánchez Llibre se mostró escéptico con la capacidad del Gobierno de rebajar el déficit.
Azpiazu: "Al Gobierno le falta liderazgo económico"
Los nacionalistas vascos desconocen si al Gobierno le faltan ideas para superar la recesión. Lo que sí tienen claro, señaló ayer Pedro Azpiazu, es que "le falta cohesión interna, capacidad de decisión y, sobre todo, liderazgo". Azpiazu considera que el cuadro macroeconómico presentado por el Ejecutivo, que plantea una contracción del PIB del 3,6%, para este año, es altamente "preocupante" y necesitaría de un plan integral contra la crisis que ayude a evitar que la tasa de paro escale hasta tasas cercanas al 20%.
Herrera: "Bajar impuestos es antiguo, no progresista"
No hay peor sordo que el que no quiere oír ni peor barco que el que no tiene rumbo, le espetó ayer el diputado de IU-IC Joan Herrera a la vicepresidenta Elena Salgado.Dolido aún por la forma en que el Gobierno evitó hace tres días testimoniar el giro de su política fiscal, Herrera se felicitó, no obstante, por haber abierto este debate. "Continuar con la presión fiscal más baja de Europa y presumir de haber reducido 30.000 millones en impuestos no es progresista y, sobre todo, es antiguo", sentenció Herrera.