Príncipe de Asturias para una voz comprometida
El jurado reconoce la creación del escritor albanés Ismaíl Kadaré.
Es una voz universal contra los totalitarismos. El escritor albanés Ismaíl Kadaré, un autor exiliado en París tras huir del régimen comunista de su país, ha sido galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2009. El jurado, presidido por Víctor García de la Concha, director de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), se lo ha concedido por "la belleza y el hondo compromiso de su creación literaria", según refleja el acta del fallo, hecho público ayer en Oviedo.
Kadaré se ha impuesto por mayoría en las últimas rondas de votaciones del jurado a las candidaturas del holandés Cees Noteboom, el italiano Antonio Tabucchi, el británico Ian McEwan y el checo Milan Kundera, finalistas tras la selección realizada entre las 31 candidaturas procedentes de 25 países. En unas declaraciones por escrito, el escritor se mostró honrado por recibir uno de los premios "más prestigiosos del mundo" y agradecido por "estar en una lista de insignes escritores que tanto admiro".
Narrador, ensayista y poeta, Ismaíl Kadaré está considerado uno de los grandes escritores e intelectuales europeos del siglo XX. Sus obras han sido traducidas a más de cuarenta idiomas. En España, Kadaré ha publicado su obra en Alianza Editorial, que este otoño lanzará El accidente y el año próximo, la traducción de The siege (El Asedio o El cerco). Ediciones Siruela ha publicado dos de sus obras recientes, Diario de Kosovo (2007) y Esquilo (2006), y Cátedra tiene una traducción de El palacio de los sueños.
Escribió durante décadas bajo el régimen comunista de Hoxha
Kadaré, eterno candidato al Nobel de Literatura, nació en Gjirokaster (Albania), en 1936. Durante décadas escribió bajo el régimen comunista de Enver Hoxha, que consideraba su escritura subversiva, lo que acabó por empujarle al exilio en Francia en 1990. Experto en asuntos balcánicos, visita frecuentemente Albania.
Sus primeros éxitos literarios los obtuvo en la década de los 50 con libros de poesía, mientras que su reconocimiento internacional vendría en 1962 con la edición de su primera novela, El general del ejército muerto. El tema central de su obra es el totalitarismo, sus mecanismos de funcionamiento y las complicidades que lo hacen posible. En una entrevista de 2008 publicada en The Times, diría: "Para mí, la gran literatura está genéticamente, por su naturaleza, contra los totalitarismos. Si un libro está bien hecho, aunque no sea grandioso, pero es un libro bueno, auténtico, entonces está contra los totalitarismos".
Adorado en Albania y leído en toda Europa, particularmente en Francia, a partir de 2005 penetró en la conciencia anglosajona gracias al el premio Man Booker. Cabe esperar que ocurra lo mismo en España.
Estudioso de la tradición e historia de su pueblo
El autor albanés hunde sus raíces en la rica tradición oral de su pueblo y en los mitos del mundo antiguo. Al mismo tiempo, indaga, a imitación de los clásicos, en las trágicas relaciones del hombre con el destino a través de los tiempos, particularmente de los artistas con el poder. Algunos de sus títulos más leídos son El largo invierno, El palacio de los sueños, Tres cantos fúnebres por Kosovo o Frente al espejo de una mujer. Sus últimas publicaciones son Vida, representación y muerte de Lul Mazreku y La hija de Agamenón. Es miembro de la Academia de las Ciencias Morales y Políticas de París, de la Academia de las Artes de Berlín y Oficial de la Legión de Honor francesa.