Zapatero relaciona el apoyo a Barroso con sus favores a España
El presidente del Gobierno prima la buena relación con Portugal.
Las voces críticas que dentro del socialismo español, sobre todo, se han levantado contra el respaldo dado por el Gobierno a la candidatura de José Manuel Durão Barroso carecen de fundamento. Así lo vino a defender ayer en el Congreso José Luis Rodríguez Zapatero, convencido de que la continuidad de Barroso al frente de la Comisión Europea sólo reportará ventajas para España.
No le parece casual al presidente del Gobierno que los veintisiete gobiernos miembros de la UE hayan apoyado a Barroso para un nuevo mandato como presidente de la Comisión. "En nuestra experiencia, Barroso se ha guiado por una política europeísta y siempre ha puesto los intereses de Europa por delante, nunca ha estado sometido a ningún país, ni grande ni pequeño, y normalmente ha mantenido posiciones a favor de la Europa social", aseguró Zapatero.
El presidente puso como ejemplo la reciente defensa que ha hecho Barroso del Fondo Social Europeo para el Empleo. Se trata de una propuesta suya y colisionó con el criterio de la canciller Angela Merkel, que representa al país más grande de la Unión.
Pero, sobre todo, lo que prima en el apoyo a la continuidad de Barroso, se justificó Zapatero, es el "comportamiento muy positivo" que ha tenido con España. "En las ocasiones en las que algún interés de España se ventilaba en la Comisión y hemos tenido que hacer alguna gestión con el presidente Durão Barroso, el 90% han sido positivas", confesó Zapatero. Por último, el presidente también valoró la relación privilegiada que España quiere seguir manteniendo con Portugal.
Déficit y deuda
Una parte del debate sobre el último Consejo Europeo transcurrió también ayer en clave puramente española. El líder del PP, Mariano Rajoy, reprochó a Zapatero lo "rematadamente mal" que está gestionando, en su opinión, la política económica con un déficit público que rozará el año que viene el 10% del PIB y una deuda pública cuyo aumento encabeza el ranking europeo, junto a Irlanda.
Rajoy anticipó también su negativa a avalar un futuro aumento de impuestos.