Trichet anima a reformar a fondo el sistema financiero español
Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), recomendó ayer reformar a fondo el sistema financiero español. El responsable del Eurosistema recordó que mañana se cerrará la compra de deuda privada a la banca valorada en 60.000 millones de euros.
Al igual que otros países europeos, el sistema bancario español necesita una reforma profunda. Sin medias tintas. Ese fue el mensaje que trasladó ayer el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, durante unas jornadas organizadas por el Foro Nueva Economía en Madrid.
"Debe quedar absolutamente claro que la reestructuración del sistema bancario sigue siendo muy importante. Los difíciles episodios en las economías nacionales, así como en la global, impulsan a realizar reformas sustanciales, y esto también se aplica al sector bancario", señaló Trichet.
El banquero reconoció que, como otros Estados miembros, España cuenta con una industria bancaria diversificada con "instituciones sólidas que no han necesitado ayuda, alguna que la ha requerido y otras que puede que la necesiten". Y a pesar de que no mencionó de forma directa a las cajas de ahorros, sí lanzó una advertencia velada al afirmar que "España tiene subsegmentos en su sector financiero que necesitarán un seguimiento muy cercano por los supervisores y las restantes autoridades. Aunque en esto no se diferencia mucho de otros países".
En opinión de Trichet, "buena parte de la recuperación económica de Europa depende de que la banca en su conjunto se encuentre en disposición de prestar de nuevo de forma normal". Por ese motivo, las autoridades y Gobiernos de la UE deben apoyarle. "Esto requiere decisiones tremendamente atrevidas. Debemos ayudar a las entidades a hacer su trabajo. Y su trabajo es prestar dinero".
El responsable del banco central apuntó que muchos grupos no pueden otorgar financiación a familias y empresas hasta que no se encuentren "suficientemente capitalizados y sus balances se hayan reestructurado". Por eso, hizo un llamamiento a "reestructurar de forma muy activa los balances de los bancos. Esto requerirá en ocasiones el apoyo del sector público y, en otros casos y siempre que sea posible, del privado".
Jean-Claude Trichet repasó durante su intervención las decisiones adoptadas por el BCE para ayudar a la banca a capear la crisis financiera. Entre otras, mencionó las medidas "no convencionales" para nutrir de efectivo al sector. Y puso como ejemplo la compra de bonos garantizados valorados en 60.000 millones de euros que se cerrará mañana. Esta operación tendrá una duración de 12 meses y se otorgará a un tipo fijo. "Los bancos centrales nacionales realizarán principalmente la compra de los bonos y una pequeña cuota será para el BCE", explicó también ayer desde Fráncfort Ewald Nowotny, consejero del organismo.
Francisco González, presidente de BBVA, también intervino en el Foro Nueva Economía. El ejecutivo señaló que las ayudas públicas articuladas a raíz de las crisis en el mundo han tenido un enfoque "excesivamente nacional" y que, por ello, pueden "distorsionar" las condiciones de competencia de los mercados y "situar en desventaja a aquellas entidades financieras que han actuado con rigor".