Dura pelea en British Airways
Willie Walsh se ha anotado una pequeña pero importante victoria en su más reciente refriega. El jefe de British Airways ha conseguido algunas concesiones de los pilotos. Su sindicato está recomendando aceptar el pago parcial en acciones de BA. Pero Walsh no se ha impuesto sobre el resto de los empleados de la aerolínea británica. Se enfrenta a una mayor y más dura pelea para atraer a todos a bordo.
Los ahorros del acuerdo con los pilotos no son enormes: 26 millones de libras al año desde octubre, sólo el 0,3% de los ingresos en 2008. Pero el acuerdo es importante porque establece un valioso precedente para Walsh que puede anotarse mayores ahorros en otras partidas.
Ha logrado esta hazaña equilibrando la zanahoria de las acciones y el palo del recorte salarial y los despidos. Los sindicatos han aceptado que necesitan ponerse a trabajar para ayudar a la supervivencia de la aerolínea, tras convencerse de que Walsh no está simplemente gritando que viene el lobo.
Pero hasta que el resto de los empleados de BA suban a bordo, la aerolínea tiene todavía un verdadero problema. Los 14.000 miembros del personal de cabina dicen que sólo aceptarán sacrificios temporales. Walsh argumenta que los empleados de BA tienen que cambiar sus prácticas laborales a largo plazo. Los tripulantes de la aerolínea son de los mejor pagados de la industria.
Walsh necesita andarse con cuidado. La amenaza de una huelga que le dañe financieramente se avecina cuando BA menos puede permitirse una. La aerolínea registró un récord de pérdidas antes de impuestos el año pasado, y está fundiendo dinero a un ritmo alarmante. Ganarse la antipatía de los empleados en una industria de servicio no es una solución viable a largo plazo. Basta preguntar al antiguo jefe de BA Bob Ayling. Presidió la compañía en un época de declive que condujo a fuertes pérdidas y al fracasado acuerdo con American. Ayling fue despedido en 2000 tras una desastrosa relación con los sindicatos. Walsh tiene que tener cuidado para evitar un destino similar. Al mismo tiempo, no puede echarse atrás en su lucha.
Por F. Maharg-Bravo