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Energía

Iberdrola aborda otra ampliación de capital para reducir su deuda

Iberdrola anunció ayer por la tarde una ampliación de capital acelerada (a la que no pueden acudir directamente los accionistas) con la que pretende obtener hasta 1.500 millones. El objetivo de esta operación, que sólo diluirá un 5% el paquete de ACS, es reducir su deuda, que se sitúa en 32.000 millones.

Por segunda vez en dos años, el consejo de Iberdrola ha acordado aumentar el capital mediante el procedimiento de colocación acelerada (Acelerated Bookbuilding). En aquella ocasión, obtuvo 3.400 millones de euros, que le sirvieron para financiar la compra de la estadounidense Energy East y, en ésta, entre 1.250 millones y 1.500 millones, que la eléctrica destinará a recortar su deuda, que asciende a 32.000 millones.

Aunque la ampliación aprobada ayer, en la que actúan los bancos de inversión JPMorgan y Merrill Lynch (como coordinadores globales y colocadores) y Morgan Stanley (como colocador), sólo representa entre un 4,3% y un 5,5%, los accionistas verán diluirse sus participaciones en este porcentaje. ACS, que es el primer accionista con casi un 12,6% de Iberdrola, y aspira a sentarse en el consejo de administración de la eléctrica, se abstuvo ayer de hacer ningún comentario.

Fuente próximas a la constructora que preside Florentino Pérez aseguraron que la compañía desconocía la intención del presidente de Iberdrola de ampliar capital. Y le quitaron importancia a la colocación, por ser mucho menor que la aprobada hace dos años (ACS pasaría a tener un 11,95% de la eléctrica si se cubre la totalidad), a la que no pueden acudir los accionistas.

La colocación, que dirigen tres bancos de inversión, podría cerrarse hoy

Las ampliaciones aceleradas se dirigen de forma privada a inversores cualificados e institucionales que, eso sí, se pueden dirigir a los accionistas, que se quedan sin su derecho de suscripción preferente.

En cualquier caso, dependiendo del precio que se fije al final del proceso, y teniendo en cuenta que tras estas operaciones la cotización cae, a los accionistas puede resultarles más rentable acudir después al mercado para compensar su dilución. Las acciones de Iberdrola cerraron ayer a 5,91 euros, tras caer un 1%.

La ampliación comenzó en la tarde de ayer, desde el instante en que fue comunicada a la CNMV, y el plazo para cerrarla es de tres días. No obstante, dada la experiencia anterior, y pese a que la situación del mercado es muy distinta a la de entonces, no se descarta que pueda colocar a lo largo del día de hoy. Las acciones se emitirán por su valor nominal de 75 céntimos, más la prima de emisión que se determine con los bancos de inversión, en función del resultado de la prospección que harán de la demanda. Una vez finalizado el periodo de colocación, se concretarán las condiciones definitivas y, en particular, la citada prima. Con la supresión del derecho preferente de los accionistas se pretende conseguir una operación "más rápida y flexible, una menor volatilidad y un ahorro de costes".

Mantener el rating

Según la explicación ofrecida por Iberdrola, la ampliación se realiza "básicamente para mantener el rating A de la compañía y su fortaleza financiera para acudir a los mercados de capitales y este es un buen momento".

Según la eléctrica, esta ampliación forma parte del objetivo de reducción de deuda para este año, que incluye un plan de desinversión de activos no estratégicos (por este concepto prevé ingresar 2.400 millones) y la recuperación del déficit de tarifa que se adeuda a la compañía (otros 2.400 millones). Estas cantidades, unidas a los 1.500 millones máximos de la nueva ampliación, permitirían rebajar la deuda de 32.000 millones actuales a 25.000 millones.

De momento, del plan de desinversiones, Iberdrola sólo ha obtenido 391 millones por la venta del 10% de Gamesa, que acaba de cerrar y otros 100 millones por una teleco en Guatemala.

Colocación acelerada y compra de estrellas

La nueva ampliación de capital acordada por el consejo de Iberdrola ha sorprendido al presidente de ACS y desde escasas semanas del Real Madrid, Florentino Pérez, en plena faena de compra de jugadores estrella para su club. La constructora, principal accionista de Iberdrola con un 13%, mantiene su particular batalla para entrar en su consejo (estudia acudir a los tribunales), cuyas puertas le han sido blindadas por su presidente, Ignacio Galán.Con el trasfondo de esta contienda, no es extraño que la primera interpretación que circuló ayer por la tarde en el mercado es que la ampliación era otra jugada de Galán para diluir el poder de Florentino Pérez en Iberdrola, al que habría cogido desprevenido en campo contrario. Un campo tan lejano y poco glamouroso como el de la electricidad. Al fin y al cabo, Galán ya lo intentó hace dos años, cuando amplió capital en un 10%. En aquella ocasión, ACS reaccionó comprando acciones y a esta le ha dado poca importancia. No falta quien considera que, pese a la aventura madridista, Pérez mantiene el punto de mira en la eléctrica.Y es que todos los indicios apuntan que la anunciada ayer es una operación financiera obligada para Iberdrola. Con ella reduciría su deuda y compensaría el poco margen que le ofrece su plan de desinversiones, en el que pretendía colocar activos inmobiliarios que resultan difícil de colocar.

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