Buffini dice adiós
No maltratarán ya más a Damon Buffini. El presidente de la firma líder de capital riesgo de Europa ha dimitido. Desde el próximo año, Buffini será sólo un sencillo viejo socio, uno de tantos en el consejo que decide en la estrategia de Permira. Puede ser un útil paso para Permira, pero parece una inoportuna retirada del hombre que llegó a ser la reacia, pero estoica, cara pública de una industria puesta en la picota.
Buffini se convirtió en uno de los más poderosos líderes de los negocios. Fue considerado representante de la nueva guardia en el círculo financiero de Londres. Pero cuando los sindicatos necesitaron un chivo expiatorio dirigieron su enfado hacia Buffini. Entonces se convirtió en la imagen de la codicia desenfrenada de la City.
Buffini defendió hábilmente a la industria ante los grandilocuentes parlamentarios británicos. Sus razonadas respuestas ayudaron a calmar el alboroto. Pero tan pronto como disminuyó la exasperación estalló la crisis crediticia. Buffini abrió camino para dos nuevos socios gestores. Su tarea fue establecer la estrategia y dirigir la recaudación de fondos, dejando el día a día a sus sucesores.
Dado su meteórico ascenso, su desviación de los focos parece extrañamente poco ambiciosa, especialmente para un hombre de 47 años. Quizá Buffini se sintió demasiado humillado por el rendimiento de Permira para querer mantener tan alto perfil. Pero su retirada es una pena para un mundo escaso de líderes. No debería permanecer en la sombra durante mucho tiempo.
Jeffrey Goldfarb