Adiós al 'dinosaurio', toca especializarse
Almirall lucha para permanecer en la élite farmacéutica. Para ello apuesta por la investigación en las áreas terapéuticas no cubiertas o con margen en los tratamientos.
Las farmacéuticas españolas se están poniendo las pilas para afianzarse definitivamente como locomotoras de la I+D en España. La reciente apuesta del Gobierno de jugárselo casi todo a la carta de la ciencia e innovación como una de las formas de salir de la crisis ha implicado directamente a esta industria.
Este reto ineludible tienen un elevado precio que los laboratorios no han tenido más remedio que asumir comprometiéndose a incrementar o, al menos, mantener sus inversiones. El compromiso con el Gobierno es ya un hecho: invertir 3.600 millones de euros en I+D en los próximos tres años.
Almirall, al igual que lamayoría de las farmacéuticas internacionales y locales (algo más modestas) tienen la lección bien aprendida desde hace años. Sabe que el éxito de su negocio, con una cuota de mercado del 5%, viene dado por el lanzamiento de nuevos medicamentos y, para ello, es imprescindible gastar en innovación.
El laboratorio de capital español Almirall es una de las entidades que ya hace años (en los sesenta) entendió a la perfección que este negocio es así. Cotizada en Bolsa desde hace sólo dos ejercicios, esta farmacéutica gastó el año pasado más de 139 millones de euros en I+D, un 15,4% de sus ventas netas. Y lo que también es muy importante, ha tejido un entramado de centros punteros, destinados única y exclusivamente a investigar, entre los que destaca el de Sant Feliu de Llobregat, inaugurado en 2006.
La política de innovación de este laboratorio, fabricante del conocido antiácido Almax, se centra en las enfermedades donde aún existen necesidades terapéuticas no cubiertas o unmargen de mejora de los tratamientos. Su táctica, alejada de los grandes laboratorios dinosaurio, se apoya en la especialización en unas determinadas áreas. Y es que concentrar esfuerzos aumenta las probabilidades de éxito, según ha señalado el doctor Pere Berga, director de gestión de I+D de Almirall.
"Se trata de no dispersar esfuerzos y, por ello, nos hemos centrado en enfermedades que cursan con inflación", añade Berga. El asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, la psoriasis y la dermatología en general son las principales dianas en las que está focalizando sus inversiones esta compañía, cuya cartera de proyectos actualmente es la más extensa de su historia.
Sólo en 2009 se llevarán a cabo nueve ensayos clínicos para el fármaco bromuro de aclidinio, uno de sus proyectos estrella, anticolinérgico inhalado para el tratamiento de EPOC, patología que la OMS ha calificado de epidemia, ya que afecta a 210 millones de personas en todo el mundo.
Junto a este nuevo fármaco, que se administrará mediante un novedoso inhalador multidosis de polvo seco (Genuair), más seguro y cómodo, Almirall también está trabajando en el desarrollo de otro compuesto para combatir el asma, además de la EPOC. Este compuesto, de dosis única diaria, forma parte de un paquete de tres ensayos que tiene como objetivo evaluar el nivel de dosis, la frecuencia, seguridad y tolerabilidad del medicamento.
Las aportaciones de Almirall en el área respiratoria son tan relevantes que recientemente se ha incorporado al proyecto europeo Innovate Medicines Initiative, que sólo alberga a la élite de la industria. Este reto, según lo ha definido Pere Berga, le proporcionará la participación en varios proyectos de investigación sobre tratamientos para el asma, EPOC, así como otras actividades centradas en la formación científica.
Esta fuerte apuesta por el área respiratoria se ha visto reforzada por el trabajo desarrollado en el centro de excelencia con el que cuenta en BadHomburg (Alemania). Esta institución alberga a expertos en innovación galénica para la administración de fármacos por vía inhalatoria.
Pero las enfermedades respiratorias no son las únicas protagonistas de su cartera de proyectos. La dermatología se ha convertido en otro eje, que brilla con luz propia. La adquisición de la farmacéutica alemana Hermal (Reinbek), en 2007, ha propiciado el impulso de su actividad en esta área. Gracias a la actividad investigadora desarrollada en este centro de excelencia especializado en I+D dermatológica, la compañía tiene previsto presentar a registro un compuesto para la inflamación de la piel y otro para el cáncer de piel no melanoma este año.
Este centro, además de proporcionarle una diversificación de su cartera de productos, ha intensificado su internacionalización, ya avalada por la presencia de sus fármacos en todo el mundo. Entre ellos destaca un medicamento antimigrañoso, el primero, que cuenta con la aprobación de la autoridad sanitaria norteamericana (FDA).
Otro importante hito es que Almirall ha conseguido la primera licencia en Japón de un principio activo español.Un antiácido, comercialmente conocido como Cleboril, cuyo genérico, cleboprida, ya está a la venta en el gigante asiático.
Investigar a la española, un ejemplo de éxito
400 personas forman la plantilla de investigadores que trabajan en el centro de I+D en Sant Feliu de Llobregat. Dispone de una extensión superior a los 22.000 metros cuadrados y que alberga todos los departamentos implicados en la investigación y desarrollo de cualquier fármaco garantizando, además, el respeto al medio ambiente.En San Feliu, que integra todo tipo de equipamiento automático y robótica de última generación, también cuenta con el apoyo de dos unidades de I+D en Sant Just Desvern, dedicadas a la síntesis química, y en Sant Andreu de la Barca (escalado de principio activo). Asimismo, integra la mayor planta de fabricación en un centro de I+D, específica para preparar los medicamentos en fase de investigación clínica.La tecnología de elaboración de la planta incluye, además de las formas farmacéuticas estándar, presentaciones especiales, como pastillas blandas, inhaladores y parches transdérmicos. Almirall actualmente dispone de 11 filiales (incluida España) entre Europa y América Latina, cinco centros de producción y 3.300 empleados, de los cuales 550 se dedican a investigar.