Zapatero intenta insuflar optimismo al PSOE mientras Rajoy defiende el "cambio de ciclo"
La habilidad con la que José Luis Rodríguez Zapatero ha eludido hasta ahora dar explicaciones sobre la derrota del PSOE en las elecciones europeas, guarda relación directa, según fuentes gubernamentales, con su deseo de desvincularse del resultado. El tiempo a veces lo cura todo y el presidente opina que en septiembre comenzará un nuevo curso político en el que los preparativos de la presidencia española de la UE borrarán el desánimo que haya podido cundir en las filas socialistas.
Zapatero acudió ayer a la sede del PSOE de la madrileña calle Ferraz para asistir a la constitución del Grupo Socialista español en el Parlamento Europeo e intentar insuflar ánimos a los suyos. "Para llegar a La Moncloa hay que ganar en la Carrera de San Jerónimo y no es Estrasburgo. Igual que para vestir el mallot amarillo en los campos Elíseos hay que subirse a la bicicleta y dar pedales, no basta con ir en un coche alentando a los pupilos...". "Aunque desde el PP empujen, que van a empujar muchísimo, voy a hacer valer con toda mi determinación los 11 millones de votos", advirtió el presidente.
Zapatero recordó que no es la primera vez que el PP gana unas elecciones de ámbito nacional. Ocurrió en las municipales de 2007, cuando los populares sacaron al PSOE una ventaja de 100.000 votos. "Entonces dijeron que había un cambio de ciclo político y que el camino a La Moncloa estaba despejado. Y resulta que llegaron las generales de 2008 y ganamos por más de un millón de votos al PP...".
El líder popular, Mariano Rajoy, se apuntó ayer a otro discurso bien distinto. æpermil;l sí defendió que las elecciones europeas del pasado domingo muestran un cambio de ciclo. Además, desvinculó la derrota socialista de la crisis económica, dejando ver que ha podido ser producto de un desgaste de naturaleza más estructural. En este contexto, recordó que en otros países de Europa como Francia o Italia los partidos en el Gobierno ganaron los comicios.
"El PSOE ha perdido por haber engañado a la gente con la crisis, por haber sido incapaz de gestionarla y por una campaña en la que no hizo nada", defendió. En opinión del líder del PP, para ganar unas elecciones ya no vale "la apelación al miedo", pues hay que ganarse "la confianza de los ciudadanos".