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Energía nuclear

Zapatero sugiere el cierre de Garoña en cumplimiento del programa electoral del PSOE

Que la vida de la central nuclear de Garoña está sentenciada en un horizonte de dos años parece cada vez más claro, a la vista de las palabras pronunciadas ayer por José Luis Rodríguez Zapatero en el Senado. El cumplimiento del programa electoral, dijo el presidente, es una prioridad.

Lo que se lee en el programa con el que el PSOE concurrió a las legislativas de marzo del año pasado es bastante contundente: "Mantendremos el compromiso de sustitución gradual de la energía nuclear por energías seguras, limpias y menos costosas, cerrando la centrales nucleares de forma ordenada en el tiempo al final de su vida útil...". Más contundente parece todavía el vaticinio después de escuchar ayer en boca del presidente del Gobierno, de forma literal, este mismo compromiso. Zapatero recordó a los senadores que la vida útil de Garoña acaba en 2011 y que su "primer compromiso" es cumplir "siempre que sea posible con los compromisos adquiridos".

Las especulaciones que vincularon el hipotético anuncio sobre el cierre de Garoña a un gancho electoral para atraer el voto en los pasados comicios europeos no se cumplieron. Según Zapatero, "en democracia es importante respetar los procedimientos". A partir de este criterio, el Gobierno ha comenzado ya a estudiar el informe elaborado por el Consejo de Seguridad Nuclear, donde se condiciona la continuidad de Garoña al reforzamiento de sus sistemas de seguridad. Antes del 5 de julio, fecha en la que expira la actual licencia de explotación de la central, el Gobierno dirá su palabra final a través de un informe motivado que se guiará, dijo ayer Zapatero, por tres criterios.

Una central muy antigua

"La central aporta al conjunto del sistema eléctrico el 1,4% del total de electricidad"

El primer criterio que citó ayer Zapatero está relacionado con la seguridad de la central, aspecto al que el presidente concede especial importancia, máxime "tratándose de una central de las llamadas de primera generación construida en los años sesenta". En este terreno, el Ejecutivo atenderá "las consideraciones técnicas" del informe del Consejo de Seguridad Nuclear "sobre el estado actual de la central y las condiciones de una eventual renovación de explotación".

El segundo criterio expuesto ayer por el presidente está relacionado con la seguridad del suministro energético. Zapatero no se mordió aquí tampoco la lengua y recordó que la central de Garoña "aporta al conjunto del sistema eléctrico el 1,4% del total de la electricidad en España".

Por último, el presidente citó el criterio que apuesta por el respaldo "a las energías limpias y menos costosas como alternativa a las centrales nucleares que concluyan su vida útil", en sintonía con lo que dicta el programa electoral del PSOE.

El portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, ofreció ayer a Zapatero un pacto de Estado para abordar el modelo energético, dentro de una apuesta clara por el mantenimiento de Garoña y del resto de las centrales nucleares.

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