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Tribuna
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¿Pero quién ha ganado?

Como suele suceder en estos casos, tras oír el análisis que realizan cada uno de los partidos en liza, podemos llegar siempre a la misma conclusión, todos han ganado y ninguno ha perdido. Pero si observamos los datos, el ganador ha sido el Partido Popular, al ser la fuerza política más votada con 6.615.015 votos, 221.823 más que en la anterior cita electoral europea, y 23 escaños. Pero más que el PP, se podría llegar a afirmar que el verdadero vencedor de estas elecciones ha sido Mariano Rajoy, y eso que no se presentaba. Pero con estos resultados ha logrado espantar, al menos de momento, las voces críticas que venían cuestionando su liderazgo, al ser capaz de demostrar que bajo su liderazgo, el PP es capaz de vencer a los socialistas.

Pero, además, estas elecciones van a suponer un respaldo para todo su equipo, de manera que ya podrán, por lo menos hasta final de legislatura, hacerse definitivamente con las riendas del partido, salvo hecatombe en las elecciones autonómicas catalanas del próximo año. Téngase en cuenta que los resultados de las dos últimas citas electorales y el escándalo Gürtel van a dejar muy mermado a los dos sectores que más fuerte han alzado su voz para cuestionar su liderazgo, el clan de Becerril y los aznaristas. Y en este sentido se ha manifestado Mariano Rajoy desde el balcón de la calle Génova: "… los españoles han avalado la estrategia que hizo el Partido Popular en el Congreso de Valencia, hemos ganado en Galicia, hemos propiciado un cambio histórico en el País Vasco, y hoy hemos ganado las elecciones europeas". Por otra parte, otro damnificado que ha salido reforzado en estos comicios ha sido el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, ya que en Valencia el PP ha incrementado su porcentaje de votos en 2,58 puntos.

El único problema ha sido que el partido no ha logrado su objetivo prioritario: obtener una mayor diferencia con el PSOE, que les permita anunciar un definitivo viraje electoral en el escenario político español, como sucediera en las elecciones europeas de 1994. Dos escaños parecen pocos, y además, de nuevo, como ya ocurriera en las elecciones municipales y autonómicas de 2007, Madrid, Valencia y Murcia han resultado ser claves para la victoria popular. Si observamos los datos de las urnas, podremos comprobar cómo los 582.515 votos que separan a populares y socialistas se han fraguado en estas tres comunidades autónomas, marcando unas diferencias con los socialistas en 299.361, 279.328, 148.937 votantes, respectivamente. La cuestión es que el PP ha vuelto a perder en el País Vasco y Cataluña, 32.706 y 16.877 votos, respectivamente, y que estas dos comunidades, junto Andalucía, son decisivas para ganar unas elecciones generales. No obstante, en esta última han mejorado sus resultados en 142.255 votos, aunque todavía no han conseguido vencer a los socialistas en su tradicional feudo.

El PSOE, en cambio, ha sufrido lo que Felipe González denominó una "dulce derrota". El descenso socialista ha sido en un principio menor de lo que cabría suponer para un país que se encuentra sumergido en una de las peores crisis económicas de su historia. Además, son conscientes de que el electorado suele utilizar este tipo de comicios, por el poco riesgo que les entraña, para castigar al Gobierno cuando la situación del país no es la esperada. Aunque deberían tener en cuenta, al menos, tres cosas: han vuelto a pinchar en Madrid, y eso pese a sus esfuerzos por recuperar la capital de España, por no hablar del severo castigo que ha tenido Tomás Gómez en Parla; han perdido en uno de sus tradicionales feudos, Castilla-La Mancha y, en otro, Andalucía, han visto cómo los populares han recortado sus amplias diferencias, y por último, a medida que un partido gana una elección tras otra se genera un efecto de inercia hacia la victoria que podría ser muy difícil de contrarrestar, si esto sigue así, en las elecciones generales.

UPyD y Rosa Díez no sólo ha conseguido representación, con un eurodiputado, sino que, además, ha consolidado su respaldo electoral en Madrid y lo ha incrementado en el resto del país respecto a las elecciones generales. Por tanto, estos resultados han venido a contradecir a aquellos que auguraron la corta vida de esta fuerza política. Sin embargo, IU, de nuevo, pese a mantener intacta su representación con dos diputados, ha vuelto a fracasar estrepitosamente en hacerse con el electorado descontento socialista y encima han visto cómo han disminuido su número de votos. Mejor parados han resultado Coalición por Europa y Europa de los Pueblos Verdes, ya que ambas coaliciones ha incrementado sus votos.

Gema Sánchez Medero. Profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense

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