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Tribuna
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Un Parlamento para un nuevo Pacto Social

El Parlamento Europeo que se constituirá tras las elecciones de estos días en los 27 países de la Unión Europea va a tener una influencia decisiva en el rumbo de Europa y en consecuencia, cuestión que conviene que tengamos muy presente, en nuestro entorno más inmediato y en nuestras condiciones de vida y trabajo.

Es cierto que el PE, única institución europea elegida por sufragio universal directo, no dispone aún de competencias legislativas equiparables a las que tienen los parlamentos nacionales, pero también es cierto que ha ido ganando peso en las sucesivas reformas de la Unión Europea hasta el punto de que hoy casi el 70% de la normativa que afecta depende de él; si, como es de esperar, el Tratado de Lisboa entra en vigor, el Parlamento que toma el relevo dispondrá de competencias aún mayores y de una capacidad de decisión determinante en asuntos que incluyen las medidas para afrontar la crisis o defender y reforzar el modelo social europeo, principal señal de identidad europea, hoy seriamente amenazado.

Citaré dos ejemplos recientes que dan prueba del importante papel que puede desempeñar el PE en invertir ciertas tendencias. En efecto, gracias al acuerdo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) con los grupos progresistas -al que se sumaron algunos otros eurodiputados opuestos a las propuestas- se consiguió cambiar sustancialmente la directiva Bolkestein sobre servicios, que pretendía el traslado de trabajadores aplicándoles las condiciones laborales y salariales del país de origen y no las del país de destino o el rechazo de la directiva de tiempo de trabajo, que incluía la posibilidad de ampliación de la jornada hasta las 65 horas semanales mediante acuerdos individuales entre trabajador y el empresario, cargándose de paso un derecho fundamental como la negociación colectiva.

En la gravísima situación de crisis en la que nos encontramos, UGT, con el conjunto del movimiento sindical europeo representado en la CES, reclama a todas las instituciones comunitarias y a los Gobiernos de la Unión, un nuevo Pacto Social en Europa que actúe como motor de la justicia social y a favor de más y mejores empleos.

Europa se enfrenta a un retorno del desempleo masivo. El número de empleos llamados a desaparecer en el transcurso del año es tan elevado que hay que remontarse a los años 30 para encontrar cifras comparables. Este fuerte aumento del desempleo se explica por el dominio del modelo económico neoliberal, un modelo cuyo colapso ha provocado la catástrofe económica que Europa y el resto del mundo están viviendo actualmente.

Estos son algunos de los retos que deberá afrontar el nuevo Parlamento. Nadie duda de que la orientación y el contenido de toda decisión política está condicionada por la ideología de los partidos y grupos políticos que ostentan el poder. En Europa la derecha lleva demasiado tiempo siendo mayoritaria -lo es en el Consejo y lo es en el PE- y su impronta es evidente en el rumbo que ha tomado, entre otras, la política social europea en los últimos años.

Estamos convencidos de que necesitamos opciones progresistas que cambien el rumbo y la relación de fuerzas.

Manuel Bonmati. Secretario de Política Internacional de UGT

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