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Tribuna
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Sociedad y piratería

Hace unas semanas se publicó el informe del Caucus contra la Piratería Internacional del Congreso de los Estados Unidos, que nos coloca a la cabeza de la lista de países en los que la piratería por internet adquiere "niveles de epidemia y amenaza al desarrollo del comercio".

También recientemente se han presentado los resultados del Informe Global sobre Piratería de Software en 2008 que cada año elabora la consultora IDC para Business Software Alliance (BSA). En España, hemos reducido un punto respecto al año anterior pero seguimos con un índice del 42% que, aunque supone un gran avance desde las insostenibles cifras de hace 20 años, cuando ocho de cada diez programas utilizados en nuestras empresas eran ilegales, todavía nos sitúa lejos de la media europea y doblando a los países más avanzados.

Nuestro índice de piratería se sitúa siete puntos por encima de la media de la UE, con las graves consecuencias que conlleva este aspecto para la competitividad de España. En relación con la media mundial, dado que ésta ha subido del 38% al 41% en 2008, España se situaría por primera vez sólo un punto por arriba, cuando hace dos años estaba 11 puntos por encima. No obstante, nuestras miras deben centrarse en los países de nuestro entorno con los que competimos internacionalmente, en este caso seguimos estando a 9 puntos de los países de Europa occidental y a más de 20 puntos de Estados Unidos, por ejemplo.

Más allá las pérdidas que esto pueda suponer para la industria en nuestro país, más de 700 millones de euros en 2008 en el caso del software, las consecuencias más graves tienen que ver con la pérdida de productividad, de capacidad de innovación e incluso de imagen como país para hacer negocios.

Un ratio de piratería como el nuestro es un lastre para la economía, especialmente para nuestras pymes. El software está presente en la práctica totalidad de ámbitos de trabajo de las empresas de cualquier sector y una utilización fraudulenta del mismo conlleva un riesgo, de seguridad, legal y económico innecesario desde todos los puntos de vista.

Hay que profundizar en un compromiso social y político serio para acelerar la reducción de nuestro índice de piratería en nueve puntos en los próximos tres años y para acercarnos a niveles más razonables y acordes con los países de nuestro entorno.

Este compromiso debería pasar por tres vías: apostar por la educación y la concienciación en torno al valor de la Propiedad Intelectual; actualizar nuestra legislación para asegurar en mayor medida la justa protección de los afectados y perseguir de forma más efectiva la piratería, con especial atención a la que se produce en internet.

Y seguir dedicando, desde la Administración, suficientes recursos para atajar este problema desde todos los puntos de vista.

Luis Frutos. Presidente del Comité Español de Business Software Alliance (BSA)

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