Aumenta el nerviosismo en el PP ante lo ajustado de las encuestas

A sólo cuatro días de las elecciones europeas, la moneda sigue en el aire sin que las encuestas que manejan los dos principales partidos anticipen un resultado más o menos seguro. El último sondeo del Partido Popular le da dos escaños por encima del PSOE, un margen tan estrecho que puede verse diluido por el bajo nivel de participación que se espera el domingo. Esta incertidumbre ha disparado el nerviosismo en la dirección del principal partido de la oposición, el que más se juega políticamente en estos comicios.

Los sondeos que maneja el PSOE reflejan también un resultado muy cercano a lo que los expertos denominan empate técnico. Coinciden en ello con el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que concede a las dos principales formaciones políticas un respaldo del 42% de los votos, ligeramente inclinado a favor de los socialistas.

En la dirección del PP se teme un escenario como este, que no despeja la posibilidad de una derrota, porque se da como seguro que reabriría las tensiones internas y resucitaría las voces que apuestan por un relevo de Mariano Rajoy como líder del partido. La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, ha sido la que ha colocado públicamente más alto el listón: considera que el desgaste sufrido por el Gobierno central como consecuencia de la recesión económica debería llevar al PP a, como mínimo, una distancia de 10 puntos respecto al PSOE.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha reservado las plazas de Barcelona y Madrid para el final de campaña. Mariano Rajoy ha elegido para hoy y mañana Albacete, Ciudad Real, Cáceres y Madrid.