_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Prudencia ante el buen dato de paro

El número de parados registrados en los servicios públicos de empleo bajó en 24.741 personas en mayo, lo que supone el primer descenso en 14 meses. Pero, a pesar de tratarse de un registro censal incontestable, la evolución del desempleo en el mes tiene un fuerte componente coyuntural y, descontados los picos estacionales, aflora un aumento de casi 90.000 personas. Lógicamente, las medidas del Gobierno empiezan a surtir efecto, especialmente en el sector de la construcción, donde el paro ha bajado en casi 16.000 personas. Pero surgen dudas razonables sobre el futuro, cuando hayan concluido las obras municipales si la actividad privada no toma el relevo. Pese a registrar el primer recorte del paro en catorce meses, que queda diluido por el carácter estacional de la actividad en los servicios, es apresurado sacar conclusiones definitivas sobre un cambio de tendencia.

Sin embargo, desde el Gobierno y desde el PP han hecho sus análisis partidistas y probablemente precipitados. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y su ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se han agarrado a la rebaja de parados para vaticinar que el registro de mayo anticipa un cambio de tendencia. Algo más discretos se mostraron el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, y la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, que a pesar de estar exultantes negaron que se pueda inducir ese cambio de tendencia, por mucho que lo desee el Gobierno. En el otro extremo, Cristóbal Montoro, el portavoz de Economía del PP, se limitó a las cifras desestacionalizadas para afirmar que la reducción del paro es un espejismo que no evitará que a finales de año se alcancen los cinco millones de parados.

Las interpretaciones de Gobierno y oposición se lanzan al calor de la disputa electoral ante las elecciones al Parlamento Europeo del domingo. Pero tienen difícil justificación, ya que el desempleo es un problema de tal calibre que no es sensato hacer campaña con él. Ante las cifras de ayer, lo lógico es la prudencia. Presuponer que en próximos meses continuará la reducción de mayo es una presunción excesiva. Sin embargo, hay que destacar que se modera el nivel de la fuerte destrucción de empleo que padeció la economía en el primer trimestre de este año.

Ante tal situación, lo que la sociedad demanda es que Gobierno y oposición trabajen para consolidar los incipientes indicios de que se ha tocado fondo en el ciclo bajista de la actividad. Es prioritario acelerar el diálogo entre los agentes económicos para reformar el mercado laboral, abaratar sus costes y atajar la indeseable dualidad entre fijos y temporales con formatos contractuales más homogéneos. Es también imprescindible que sean capaces de avanzar en un pacto que establezca las bases de una economía mucho más competitiva y emprendedora, que conjugue mejor formación y mayor inversión en actividades con efectos multiplicadores sobre producción y empleo.

Más información

Archivado En

_
_