Suspensiones regulables
La comodidad es esencial para disfrutar de un viaje, y a su vez la suspensión es el elemento mecánico que más peso tiene en este aspecto. La llegada masiva de la electrónica al automóvil ha permitido en la última década una notable evolución tecnológica. Hoy casi todos los modelos de gama alta ofrecen a los usuarios la posibilidad de elegir diferentes grados de firmeza en la amortiguación.
La idea es que el piloto pueda escoger una suspensión firme para una actitud deportiva, u otra más cómoda en un viaje. Un coche tiene que apoyar sus ruedas sobre elementos elásticos para que absorban las irregularidades del terreno sin que afecten a su trayectoria. Los neumáticos tienen su parte en esta misión, pero la mayor responsabilidad es de la suspensión.
Este sistema está formado por muelles y amortiguadores guiados por una serie de brazos tirantes. Los modelos modernos incluyen mecanismos que actúan sobre los amortiguadores variando su funcionamiento. El nuevo BMW Z4 lleva de serie en el 35i una regulación electrónica del chasis con tres posiciones: normal, Sport y Sport + que afecta a la respuesta del acelerador, el control del motor, los umbrales de respuesta, el control de estabilidad DSC, la velocidad del cambio y la servodirección. En la amortiguación repercute si el coche monta el chasis M (opcional) con regulación electrónica. Lo último en ayudas electrónicas es el sistema estrenado por el nuevo Mercedes Clase S como evolución de su amortiguación activa ABC.