Más de 3.000 coches integran el catálogo de oferta del Salón del Vehículo de Ocasión
Cuando los primeros síntomas de la ralentización económica empezaron a hacer mella en la venta de automóviles, algunos expertos del sector pronosticaron que el mercado de vehículos usados soportaría el tirón, puesto que representaba una alternativa más barata para quienes necesitaban cambiar de coche. Se equivocaron.
La crisis de consumo y la falta de financiación han conseguido atenazar las transacciones de todo tipo.
En el primer trimestre de 2009, las ventas de automóviles de segunda mano cayeron un 11,2%, respecto al mismo periodo del año anterior, según informa la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam). Una tendencia negativa heredada de 2008, cuando el descenso de las adquisiciones alcanzó el 12,3% interanual.
No obstante, el descalabro del segmento de usados es algo menor que el de modelos a estrenar. Hasta marzo de 2009, se compraron 1,6 vehículos de ocasión por cada nueva matriculación. El diferencial más abultado de la historia.
En la pasada convocatoria, el Salón del Vehículo de Ocasión recibió la visita de 43.129 personas y casi el 60% de las unidades expuestas (2.218 coches) fueron adquiridas. Este índice de participación y ventas -alcanzado en uno de los peores trances- convirtió al certamen en una plataforma comercial de referencia para capear el temporal.
Con ese mismo objetivo, el Salón vuelve hoy al madrileño recinto de Ifema. La decimotercera edición -que se celebra hasta el próximo 7 de junio- acoge una oferta superior a los 3.000 automóviles revisados y garantizados. En esta ocasión, los agentes del sector esperan verse favorecidos que las ayudas directas para la adquisición de vehículos, aprobadas la semana pasada por el Consejo de Ministros. El denominado Plan 2000E incentiva la compra de coches de segunda mano con una antigüedad máxima de cinco años.