El sector servicios liderará la salida de la crisis, según los expertos de BBVA
El último gran ciclo expansivo de la economía española hizo que su riqueza (stock de capital neto) creciera un 67% desde 1994 para alcanzar los 4,7 billones de euros en 2007. Más de la mitad de dicho capital lo componía la vivienda residencial, según los datos de un estudio publicado ayer por la Fundación BBVA. Del resto, la gran mayoría corresponde a servicios, el sector que liderará la salida de la crisis, según los miembros del Instituto Valenciano de Investigaciónes Económicas (Ivie) que han elaborado el citado informe.
Uno de los principales responsables del documento, Francisco Pérez, explicó que lo mismo ocurrió en la crisis de los años noventa, por lo que espera que servicios marque el punto de inflexión al ser el primer sector en dejar de destruir empleo y comenzar a crearlo de nuevo. El estudio indica que a partir de entonces la economía española podría acometer una recuperación con cierta fortaleza pese a que el modelo del ladrillo toque a su fin, dado que "la acumulación de capital residencial ha sido compatible con una mejora sustancial de la dotación de capital productivo".
Así, pese a que los precios de la vivienda se han multiplicado en el periodo de crecimiento, las TIC (tecnologías de información y comunicación) han experimentado un mayor crecimiento real: 10,1% anual. Así, los equipos de transporte lo hicieron al 6,6%, la maquinaria y material de equipos al 5,8% y las infraestructuras al 4,2%, mientras que paradójicamente, el sector inmobiliario aumentaba al 3,2%.
Caída de la inversión
Desde Ivie están convencidos de que España cuenta con recursos para crecer y revitalizar su oferta, siempre y cuando se dé un repunte de la demanda. "El capital que teníamos cuando entramos en la crisis lo seguimos teniendo y lo podremos utilizar cuando la economía se relance", sostuvo Pérez.
El último periodo de crecimiento estuvo acompañado de un esfuerzo conjunto en la inversión bruta que superó el 30% del PIB en 2007. Sin embargo, la explosión de la burbuja inmobiliaria y el estallido de la crisis financiera internacional han provocado desde entonces una caída de cuatro puntos porcentuales en la inversión total.
Hasta aquel momento, sólo cuatro comunidades autónomas concentraban el 60% de toda la inversión y el capital: Cataluña, Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Las cifras varían ostensiblemente, no obstante, al tener en cuenta las diferencias de capital por habitante. Van desde los 123.200 euros por madrileño a los 71.300 euros por cada andaluz. La media nacional se situó en 96.900 euros por español.