Cómo volar con los cuatro motores parados
Los índices se han topado con fuertes resistencias.
La revista Muy Interesante contaba una curiosa anécdota en un artículo sobre la sinceridad en el mundo moderno. Contaba la historia del Boeing 747 City of Edimburgh de la compañía British Airways cuando durante el 24 de junio de 1982 volaba de Kuala Lumpur a Auckland. Las cosas se complicaron a medio camino cuando estaban en medio del océano, en una zona plagada de tiburones por cierto, al estallar una violenta tormenta con gran aparato eléctrico.
El aparato empezó a darle problemas al piloto, que cada vez veía peor la situación, hasta que de pronto los cuatro motores de la aeronave se le pararon al mismo tiempo dejándole sin fuerza motriz y en una situación dramática.
El piloto en aquella apurada situación, haciendo gala de su flema británica, con voz muy tranquila y pausada, dio un comunicado por los altavoces que pasó a los anales de la historia aeronáutica: "Damas y caballeros, les habla el capitán. Tenemos un pequeño problema. Nuestros cuatro motores se acaban de detener. Estamos haciendo lo imposible para que vuelvan a funcionar. Confío en que no se angustien demasiado". Al final, afortunadamente, el City of Edimburgh llegó sano y salvo a Auckland.
En fin, no quiero ni pensar lo que tiene que ser que el piloto del avión diga eso cuando uno es pasajero. La verdad es que hoy hay que decir algo así. Los cuatro motores de la subida de las Bolsas se han detenido a la altura de las resistencias. Se está haciendo lo posible para que vuelvan a funcionar, pero ahora es imposible saber si lo harán o no.
El gráfico de arriba del futuro del Euro Stoxx diario es muy claro al respecto. El rebote ha sido realmente muy fuerte, pero el caso es que se ha limitado a detenerse exactamente a la altura de la directriz bajista, que es la fatídica línea azul, como ya ha hecho en otras muchas ocasiones.
No sabemos si la bajada de la semana será un descanso para atacar de nuevo, o la tendencia bajista va a volver por sus fueros. No queda más que esperar. Además si se fijan en el gráfico de nuevo, muy cerca de la directriz está la media de 200 sesiones, que es la línea verde. Hay que darle filtro a la posible ruptura hasta ese nivel. Es una media muy seguida por los grandes operadores.
Tras los cinco períodos en que más tiempo estuvo el S&P 500 por debajo de la media de 200 en toda su historia, tenemos una media de subida a la semana siguiente del 0,31%; al mes, del 5,58%; a los tres meses del 6,67%; a los seis meses del 6,26%, y al año, del 21,6 %. Eso sí, esto son medias, hay excepciones, como la ruptura falsa del 4 de enero de 2002. Al mes se perdía el 4,29%; a los seis meses el 6,26 %, y al año el desplome era ya del 22,51%.
Exceptuando esta ocasión, en las otras cuatro, al cabo de un año las ganancias eran muy abultadas, del 40% en 1932; del 19% en el 70, del 30% en el 75, y del 40% en 1982.
Como vemos, no es cuestión baladí que se cruce al alza dicha media de 200 o no en cualquier índice.
En cualquier caso, en la situación actual, una nota negativa. Los datos de compras/ventas de grandes instituciones muestran ventas agresivas durante la semana, algo que no se había visto en ninguna de las otras correcciones del gran rebote alcista.