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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Un perfil técnico para Economía

Se desveló el secreto. El nuevo secretario de Estado de Economía será José Manuel Campa, un experto en los mercados financieros internacionales. El nombramiento se atribuye a La Moncloa y se achaca a la intermediación de Miguel Sebastián, ministro de Industria, y Soledad Núñez, directora general del Tesoro, con los que mantiene buena relación. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, también le tiene en consideración. Sin duda no son malas cartas de presentación.

José Manuel Campa es reconocido fuera y dentro de España como un economista brillante. Doctor en Economía por Harvard, ha impartido clases en prestigiosas universidades y hasta ahora enseñaba Finanzas en la escuela de negocios del IESE. En su impecable perfil técnico se hecha en falta experiencia política y, sobre todo, se advierte cierta lejanía de las tesis socialistas. De hecho, es partidario de una urgente reforma laboral: es uno de los economistas firmantes del reciente documento de Fedea que insta a tomar medidas en este sentido.

El tiempo dirá si en su labor política prima lo pragmático. Al haber optado por un perfil menos político, Elena Salgado ha elegido un experto altamente cualificado, una decisión que a primera vista parece acertada para afrontar los duros meses que se avecinan. Porque Campa será el encargado directo de combatir la recesión, que ayer se manifestó de nuevo con un retroceso del 2,9% en la economía española en el primer trimestre, el peor dato desde 1970, según el avance facilitado por el INE.

El proceso de normalización y reforma de los mercados a nivel internacional, en los que España ha conseguido jugar un papel de primer orden, y la próxima presidencia española de la UE exigen una persona con fino conocimiento de los sistemas financieros. A priori, Campa, que ha compaginado sus labores académicas con otras más prácticas, puede cumplir bien ese papel. Le avala su labor como consultor en organismos financieros multilaterales, como el FMI, el Banco Mundial o el Banco de Pagos de Basilea.

Pero también se ha de enfrentar a los serios problemas financieros domésticos. Ante sí tiene el reto de que el crédito fluya normalmente y a precios asequibles hacia empresas y familias. Una tarea tan pendiente como imprescindible. Todo apunta, además, a que se producirán fuertes movimientos corporativos en el sector que tendrá que tutelar junto con el gobernador del Banco de España. Una afinada sintonía entre ambos será imprescindible.

David Vegara, el secretario de Estado saliente, deja el listón a una altura notable. Su labor ha sido encomiable y la compenetración con su ministro, Pedro Solbes, dice mucho a su favor. Es de esperar que su demostrada valía no se tenga que echar en falta en el actual Gobierno. Su nueva trayectoria en el sector privado merece tanto éxito como la economía española necesita el de su sucesor en el cargo.

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