La concesionaria ultima una inversión de 90 millones en Chile
Pide más plazo de explotación en la autopista Scada.
Los problemas de Globalvía en Chile se han tornado oportunidad de negocio. Según ha podido saber CincoDías, la gestora de infraestructuras negocia con el Gobierno de Bachelet para ampliar el plazo de concesión de una de sus autopistas, la del Aconcagua, al tiempo que introduce en ella un sistema de peaje free flow (electrónico y de libre acceso). Este último cambio requiere una inversión que va de 90 a 126 millones de dólares (entre 66 y 92,5 millones de euros), por lo que la empresa solicita una extensión en el plazo de explotación de cinco a ocho años para hacerla rentable. Actualmente, el periodo de gestión expira en 2021.
Reclamaciones
La empresa participada por FCC y Caja Madrid compró dos autopistas en Chile al banco mexicano Bancomext: Autopista del Aconcagua (Scada) y la sociedad concesionaria Autopista del Itata (Scadi). Fue en septiembre de 2008 y la operación le costó 553 millones de dólares.
Los problemas comienzan a darse cuando Globalvía detecta que la entidad financiera ha contabilizado activos de manera indebida y que las concesionarias valen menos de lo que ofreció. En este caso, la española está haciendo uso de su derecho de reclamación en caso de incidencias, para lo que cuenta con un año de plazo.
Bancomext retuvo en su día, en virtud del contrato, 110 millones de dólares por si el comprador pedía algún tipo de reparación económica. Tras un par de comunicaciones y alguna reunión, la parte española ha cifrado en 78 millones de dólares la compensación que debe percibir de Bancomext. En las misivas remitidas por Globalvía se comunica la existencia de dos contingencias: "La indebida contabilización, como activo o derecho de crédito exigible y susceptible de cobro frente a la Administración, de mayores costes de construcción" y "la indebida contabilización" de unas partidas que, según Bancomext, adeudaba el Ministerio de Obras Públicas chileno.
Con 218 kilómetros de extensión, Globalvía propone el sistema free flow en los 15 primeros kilómetros de Scada, entre Vespucio (Santiago de Chile) y el peaje Lampa, sector con el mayor índice de tráfico de la autopista (70.000 vehículos diarios) y hoy exento de pago para el usuario. La concesionaria defiende que la calidad de ese tramo es muy inferior al del resto de autopistas urbanas, por lo que está convenciendo al Gobierno para aumentar la capacidad y calidad de la vía.