41 rurales comprometen el 20% de sus recursos para darse respaldo
El mecanismo de apoyo mutuo que se han propuesto crear 41 cajas rurales locales y comarcales empieza a cobrar forma. Los participantes comprometerán en torno a un 20% de sus recursos propios para apoyarse entre sí. El órgano central que manejará este dinero estará definido a finales de año. AFI se hace cargo de su diseño.
El cooperativismo está decidido a ganar solidez en España a través de mecanismos de respaldo mutuo. O como los denominan en el gremio, sistemas institucionales de protección (SIP). Uno de ellos está siendo diseñado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) y agrupa a 41 entidades pequeñas, principalmente de ámbito local y comarcal. Su proyecto ya empieza a cobrar forma.
Tras medio año largo de debates, los participantes de esta iniciativa han acordado que la constitución de un SIP exigiría a cada uno de los futuros miembros comprometer cerca de un 20% de sus recursos propios. Estos fondos deben estar a plena disposición de un órgano central común para que la estructura de apoyo sea verdaderamente efectiva.
La constitución de SIP cuenta con todos los parabienes del Banco de España, que desea simplificar el mapa cooperativo español (hay 80 cajas en el país) y reforzar esta pata del sistema financiero nacional.
El órgano central de un SIP tendrá condición de entidad de crédito y podrá castigar a aquellos integrantes que no cumplan las normas previamente acordadas. A cambio, permite a las rurales participantes conservar su personalidad jurídica y su marca, disponer de un rating común que mejore su acceso a los mercados de capitales, contar con sistemas de gestión del riesgo y control interno más sofisticados, así como disfrutar de ciertas economías de escala.
Actualmente, los integrantes de la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR) cuentan con un fondo de solidaridad dotado con 147 millones de euros, que funciona al margen del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de las cooperativas. Sin embargo, echar mano a aquella hucha común exige el consentimiento de todas las entidades que la nutren, por lo que su efectividad es limitada.
Los 41 participantes del SIP que diseña AFI suman activos valorados en 15.746 millones de euros. Es decir, suponen un 28,4% del balance del Grupo Caja Rural. No obstante, entre ellos figura alguna caja que no pertenece a la AECR. En el seno del grupo se desarrolla en paralelo otro SIP -cuyo diseño corre a cargo de Garrigues- constituido por 20 rurales grandes y medianas. æpermil;stas reúnen el 70% de los activos restantes. Los dos SIP están llamados a sustituir al fondo de solidaridad.
Los miembros del mecanismo que coordina AFI ya se han planteado unos criterios de convergencia. Entre los parámetros que se observarán figura un coeficiente de solvencia mínimo, un colchón de cobertura de la morosidad determinado, así como cierta liquidez estructural y básica.
El órgano central del SIP estará listo a finales de 2009. En los próximos meses comenzarán a definirse de forma pormenorizada sus procedimientos de actuación, así como su estructura de personal y medios. También se pone ahora sobre la mesa el proceso documental para su creación y la redacción de sus estatutos.
Un modelo para crecer tras la crisis
El establecimiento de sistemas de protección institucional (SIP) supondrá un antes y un después en la historia del cooperativismo español. Así lo cree, al menos, Rafael Carrau, director general de Crèdit Valencia, una de las rurales participantes en el mecanismo que diseña AFI."El SIP va a suponer un cambio en el cooperativismo español, que hasta ahora no ha tenido el éxito o la dimensión de sus homólogos francés o alemán", afirma el ejecutivo. Para Carrau, este mecanismo de apoyo no servirá para afrontar la situación de crisis más inmediata porque el proyecto aún requiere unos meses de trabajo antes de echar a andar. En cambio, sí contribuirá a impulsar a las cajas rurales en el ciclo de crecimiento que siga a la actual recesión económica.El sector cooperativo maneja, aproximadamente, un 5% del negocio bancario nacional. Da empleo a 20.368 personas (de las que 13.000 corresponden al Grupo Caja Rural), tiene 10,4 millones de clientes y suma unas 5.000 oficinas.El órgano central del SIP de AFI generará economías de escala al unificar las labores de auditoría, control interno, lucha contra el blanqueo de capitales así como la política de prevención de riesgos laborales de sus integrantes. Sus miembros, no obstante, mantendrán en las participadas del Grupo Caja Rural (como Banco Cooperativo, Rural Grupo Asegurador (RGA) y Rural Servicios Informáticos (RSI)) los servicios que hoy por hoy tienen subcontratados.
¿Qué es un SIP?
Sistema Institucional de Protección (SIP) es la fórmula ideada por los grupos cooperativos europeos para reforzarse entre sí. Su origen está en una directiva aprobada en 2006 -antes de la crisis- que fue traspuesta a la legislación española entre 2007 y 2008.