Videoconferencia 'vs' avión
En los últimos trimestres, los ejecutivos de las principales compañías de equipos de comunicaciones han insistido una y otra vez en que servicios como la videoconferencia y la telepresencia podían ser un arma para todo el mundo empresarial en su objetivo por reducir costes, precisamente, la obsesión de la mayoría de las cúpulas empresariales para hacer frente al agravamiento de la crisis económica. Su fórmula estaba clara: con estos servicios, las compañías podían recortar drásticamente los gastos en viajes de sus empleados, sobre todo en desplazamientos en avión (los más caros), sin afectar al buen funcionamiento de la corporación. En definitiva, los empleados podían comunicarse de forma interactiva en tiempo real sin tener que estar en la misma localización física.
Ahora, las cifras publicadas en el último trimestre parecen haberles dado la razón. La pasada semana, en la presentación de las cuentas de uno de los trimestres más complicados de su historia (las ventas cayeron un 16,6%), John Chambers, consejero delegado de Cisco Systems, aseguró que los pedidos para telepresencia aumentaron un 70% entre enero y marzo, que se tradujo en un aumento de los ingresos en este área del 138%. Además, la firma dijo haber incorporado 45 nuevos clientes en este segmento.
En este periodo de tiempo, las compañías aéreas han agravado su sufrimiento. Pérdidas, suspensiones de dividendos, recortes de plantillas, ajustes en flotas y vuelos... Por ejemplo, British Airways reconoció que la venta de billetes para la clase Business bajó un 17% en abril y un 13% en marzo.
Cisco elevó un 70% los pedidos para equipos de telepresencia durante el último trimestre
Sin duda, no se puede culpabilizar totalmente a la videoconferencia de este declive porque el sector aéreo está sufriendo los efectos de la crisis económica, pero lo cierto es que los directivos de las empresas, pasajeros habituales de la business class, hablan entre ellos cada vez más mediante fórmulas virtuales. Cada vez se viaja menos. La propia Cisco se ha aplicado el cuento. Según explica Sanjiv Wadhwani, analista de la casa de bolsa Stifel Nicolaus, en una nota para sus clientes, la firma ha recortado su presupuesto anual de viajes de 750 a 350 millones de dólares (de 568 a 265 millones de euros) y "ha hecho énfasis en el uso de la telepresencia como alternativa". Cisco dijo que sus empleados mantuvieron 4.600 reuniones en el último trimestre usando esta vía.
En este contexto, y según señala la consultora Gartner, la videoconferencia y la telepresencia se han convertido en uno de los negocios de mayor resistencia dentro de la industria de las tecnologías de la información y la comunicación. La firma calcula que este fenómeno moverá en torno a 1.500 millones de dólares en 2010.
Y no sólo Cisco se ha beneficiado de este crecimiento. También sus rivales. Por ejemplo, Polycom en un complicado trimestre en el que sus ingresos cayeron un 13%, registró un aumento del 45% en el segmento de los servicios de telepresencia. A su vez, Tandberg señaló que la venta de equipos registró un incremento del 10% hasta las 16.610 unidades, por encima de las previsiones de los analistas.
Ahora, no sólo la crisis va a impulsar el uso de estas tecnologías. También la gripe porcina puede ser una vía de crecimiento ante las dificultades que aparecen para viajar por las amenazas de contagios. En esta línea, Tandberg señala que la videoconferencia y el teletrabajo pueden ser muy efectivas en una situación de pandemia, recordando que las empresas pueden mantener la productividad evitando estas amenazas.