"Es difícil cambiar la rigidez laboral de España"
El presidente de la principal organización empresarial canadiense cree que la fortaleza de las cuentas públicas es la clave contra la crisis. Opina que Europa y España, en concreto, tienen un "gran problema" de rigidez laboral. Y espera la recuperación en 2010.
Es un veterano dirigente empresarial, además de gestor, experto en leyes y profesor. Thomas d'Aquino (Trail, 1941), que dirige desde hace 28 años la patronal que agrupa a las 150 mayores empresas canadienses (CCCE), está satisfecho de que la fortaleza de las cuentas públicas y el "conservador" sistema bancario de Canadá permitan a este país sortear la crisis de forma menos traumática.
¿Qué hace Canadá mejor que el resto para capear la crisis global?
Para empezar, la crisis ha llegado más tarde. En segundo lugar, como ha ocurrido en España, cuando nos ha llegado la recesión, nuestras cuentas públicas y la balanza comercial estaban muy fuertes. Tenemos el mejor balance fiscal del G-8. Hemos estado más de diez años con superávit presupuestario. Además, el Gobierno ha reducido los impuestos para alentar la actividad y hemos reducido la deuda sobre el PIB hasta el 29%. Nadie quiere entrar en recesión, pero si estás obligado, es mejor hacerlo desde una posición fuerte como la de Canadá. Finalmente, como España, tenemos bancos muy fuertes por dos razones: se han gestionado de forma conservadora y tienen una regulación muy estricta.
Según varias encuestas, los empresarios españoles apuntan a Canadá como el país más atractivo para invertir y valorar, sobre todo, los bajos costes empresariales
Claro. La excesiva rigidez laboral es un problema en España y en toda la UE y lo es desde hace treinta años. En Canadá, como en EE UU, entendemos la flexibilidad como la facilidad con la que se recuperan cientos de miles de empleos una vez perdidos.
Todo el mundo reconoce que es un gran problema pero, a la vez, en España es difícil reformar el mercado laboral y eliminar su rigidez, cuando tiene un 17% de paro. Las presiones sindicales serán fuertes. De hecho, una virtud que tienen Canadá y EE UU para recuperarse de los baches económicos es una enorme flexibilidad que permite perder y recuperar empleos con mucha facilidad y rapidez.
Pese a todo, Canadá no ha podido evitar los números rojos
No. Calculamos que este año tendremos un déficit del 3%, debido, sobre todo, a la inyección del Gobierno de 40.000 millones de dólares canadienses para un paquete de estímulos fiscales para los próximos dos años.
Si la recuperación llega más rápido de lo esperado, en la primavera de 2010, Canadá podría empezar a recuperar el superávit. Si por el contrario, la recesión es más profunda, tendremos una recuperación en forma de 'L', que será mucho más lenta. Todos queremos una recuperación en forma de 'U'.
EE UU ha empezado a ver leves síntomas de recuperación. Esto no se nota en Europa, ¿qué está haciendo mal la UE?
Son "brotes" de reactivación, como cuando una planta empieza tímidamente a crecer. Pero yo no separaría el comportamiento de la economía canadiense del de Europa, el de China o Asia entera. En general la situación de la UE no es buena, pero hay casos muy distintos que van desde la terrible situación del Reino Unido a la de Francia o Alemania, donde el impacto de la crisis ha sido menor que en España. Dicho esto, creo que hasta que no empiecen a recuperarse China y EE UU, aunque sea tímidamente, Europa no empezará a reactivarse.
¿Cuándo ocurrirá esto?
Los miles de millones de estímulos fiscales que están inyectando los Bancos Centrales a la economía mundial deberán tener algún efecto. Pero hasta que no se solucionen los problemas de liquidez de los sistemas bancarios y sus activos tóxicos, el mundo continuará en recesión, al menos en una situación de 'L' en la que la recuperación no terminará de llegar.
Confío en que estas inyecciones de dinero estabilicen la situación de los bancos y cuando esto ocurra, el crédito volverá a fluir. Esto podría pasar en 2010.
"Es el momento para la alianza Canadá-UE"
Thomas d'Aquino cree que los estímulos fiscales del Gobierno de Canadá contra la crisis son suficientes. "No es que sean excesivamente generoso, pero no vamos a pedir más". Detrás de esta respuesta está su responsabilidad con la economía canadiense: "no soy muy partidario de grandes inversiones públicas porque luego hay que devolverlas y esto es complicado y será más difícil cuanto más tarde se produzca la recuperación. Cuando ya hay beneficios empresariales no hay quien de marcha atrás, en Canadá y en todo el mundo".Además, aborda entusiasta la reciente apertura de negociaciones entre Canadá y la UE, la pasada semana, para la firma de un tratado de libre comercio. "Es el mejor momento para esta alianza (...) será una gran señal de confianza de dos de las mayores economías del mundo". Y confía en sellar este pacto en la Presidencia europea de España.