Mutua Madrileña elimina los bonus y las pensiones del salario de su cúpula
Mutua Madrileña da un giro en la política de retribución de su consejo de administración. La aseguradora propondrá a sus socios el 10 de junio sustituir el sistema en vigor por una asignación anual fija en dietas por asistencia que deberá ser aprobada por la junta general. Su cúpula tampoco tendrá plan de pensiones ni indemnizaciones por cese.
Actualmente, los ingresos de los consejeros están ligados a los resultados de la entidad. Como máximo, los integrantes del máximo órgano de gobierno pueden recibir el 1% del resultado neto de cada ejercicio. Teniendo en cuenta que Mutua es una de las aseguradoras más rentables del sector -en 2008 ganó 302 millones y en 2007 otros 426 millones-, el cambio es notable. Fuentes de la firma indican que con este cambio de modelo no se busca tanto "maximizar los resultados de la compañía como minimizar los costes que deben soportar sus afiliados. La gestión de Mutua pretende que los beneficios reviertan, en parte, al mutualista".
Ingresos de 2,7 millones
Los 15 integrantes del consejo de Mutua percibieron en 2008 un salario conjunto de 2,7 millones de euros. La misma cantidad que el año precedente. Además, está previsto que esta cifra no se incremente en 2009.
La entidad se comprometió en abril a desglosar la retribución de los miembros de su consejo. El viernes se convirtió en la primera aseguradora española en incluir estos datos individualizados en su informe anual. Ignacio Garralda, su presidente, cobró 766.000 euros entre retribución fija (689.000 euros), dietas (60.000) y pólizas de vida y salud (17.000). En la firma indican que sus ingresos son menores que los de cualquier presidente de una cotizada del Ibex 35.
Por otra parte, Mutua debatirá en su asamblea reformar el régimen de derramas pasivas. La propuesta es que, si alguna vez atravesase serios problemas económicos, sus mutualistas sólo deberían desembolsar el equivalente a una cuarta parte de la prima anual del seguro para respaldar a la compañía (ahora su obligación es pagar una anualidad completa). Además, estas derramas sólo deberían satisfacerse si el grupo ya hubiera agotado su amplio patrimonio.