El Parlamento europeo bloquea la nueva regulación de 'telecos'
La resistencia de los internautas al control de la descargas en la Red y la proximidad de la elecciones al Parlamento europeo (del 4 al 7 de junio) formaron ayer una explosiva combinación que ha bloqueado sine díe la nueva normativa europea del sector de las telecomunicaciones.
El Parlamento europeo aprobó por 407 votos a favor y 57 en contra una enmienda que exige la autorización judicial para que un proveedor de internet pueda cortar el suministro a un usuario por supuestas descargas ilegales.
Esa salvedad, aunque no está relacionada directamente con la reforma legislativa en marcha, se abrió camino hasta el Parlamento como respuesta a la intención del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de permitir a los proveedores de internet cortar el servicio a los usuarios que se descarguen archivos (discos, películas, etc.) sin respetar los derechos de propiedad intelectual. El proveedor, según la propuesta francesa, podría proceder al corte sin necesidad de requerir un mandamiento judicial.
El Parlamento y el Consejo de ministros de la UE disponen ahora de un plazo de ocho meses para resolver el conflicto. Pero las negociaciones pueden verse dificultadas por la campaña electoral para las elecciones europeas del mes de junio, sobre todo, porque el punto de fricción es extremadamente sensible para una comunidad con tanta capacidad de movilización como la de los internautas.
La comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding, impulsora de la nueva regulación, se mostró ayer partidaria de que el acuerdo se alcance sin esperar a la próxima legislatura. Y recordó a los ministros de Telecomunicaciones, que se reúnen el próximo 12 de junio, que la enmienda aprobada "tiene, para muchos, un valor político y simbólico muy elevado", pero no deja de ser más que "una importante reafirmación de los derechos fundamentales de los ciudadanos de la UE".
Bruselas lamenta especialmente el tropiezo porque los eurodiputados respaldaron por abrumadora mayoría, como destacó después Reding, los tres puntales de la reforma: la creación de un órgano de coordinación de los reguladores nacionales del sector (la CMT, en el caso de España); las nuevas normas sobre protección de datos en las telecomunicaciones; y la liberación de parte del espectro radioeléctrico para que lo puedan usar las operadoras. La industria también lamentó ayer un retraso que generará más incertidumbre en el sector.