Jazztel apuntala su supervivencia con un acuerdo para refinanciar la deuda
La fecha estaba marcada en rojo en el calendario: abril de 2010, el momento de hacer efectivo el repago de un bono de 251 millones. Pero Jazztel ha convertido ese día en uno como otro cualquiera, tras llegar a un acuerdo con sus bonistas para refinanciar su deuda.
La negociación más difícil en la vida del presidente y primer accionista de Jazztel, según sus propias palabras, terminó el martes por la noche, después de sesiones maratonianas de reuniones. Pero Leopoldo Fernández Pujals se levantó de la mesa con lo que buscaba: un acuerdo para renegociar la deuda de la operadora que despeja su viabilidad financiera.
"Nos hemos quitado la nube negra que sobrevolaba nuestras cabezas", aseguraba ayer, en una entrevista con este diario. Esa tormenta en ciernes tenía la forma de un bono de 251,33 millones de euros con vencimiento en abril de 2010. Hace tiempo que Jazztel había echado cuentas y había llegado a la misma conclusión que el mercado: las posibilidades de pagar eran mínimas sin una refinanciación. "Se pensaba que Jazztel iba a ir a la quiebra", reconoce Pujals.
Con el fin de evitarlo, comenzaron las negociaciones. El acuerdo final es un complejo documento que incluye recompras de bonos a mitad de precio, ampliaciones de capital millonarias, emisión de warrants y prolongación de vencimientos de deuda. Pero la conclusión fundamental es que sitúa el endeudamiento de Jazztel en 1,8 veces el Ebitda previsto este año, frente a las 5,4 veces actuales. La Bolsa no dudó en aplaudir ayer la operación, con un alza del 7,14%, que deja lo cotización en 0,30 euros.
La primera parte del acuerdo pasa por comprar a dos bonistas -Boussard es uno de ellos; el otro prefiere mantenerse en el anonimato- 140 millones de deuda a un 50% de su valor. Jazztel, por tanto, desembolsará 70 millones, pero se descontará deuda por la totalidad. Esta operación generará 70 millones de beneficio en este año fiscal, ya que se computa como plusvalía, con lo que la operadora cerrará el primer año con ganancias de su historia. Las de verdad, las que no serán sólo un apunte contable, llegarán en 2010, según el plan de negocio.
Ampliación de capital
Esta operación se realizará después de que la junta de bonistas dé su visto bueno. Para ello se necesita el 75%, pero los dos tenedores de bonos con los que se ha firmado la operación ya han dado el sí y superan el porcentaje necesario.
Para pagar los bonos y reforzar sus finanzas, Jazztel realizará una ampliación de capital de 80 millones. Se venderá con descuento para tentar a los accionistas -el precio mínimo parte de 0,12 euros- y estará respaldada por Pujals, que asumirá su parte del capital, el 20,1%. Si todo va bien, incluso se podría ampliar 10 millones más la colocación.
Para compensar a los bonistas por la quita, Jazztel les concederá 200 millones de warrants, a 0,18 euros. La mitad se convertirá cuando la acción llegue a 0,27 euros, lo que reportará 18 millones a la operadora -porque ingresará la cantidad que va de cero a 0,18 euros- y nueve millones a los bonistas -que cobran la diferencia entre 0,18 y 0,27 euros-. La otra mitad se ejecutará a cuatro años, con otros 18 millones de ingresos para Jazztel en caso de que la acción esté por encima de los 0,18 euros.
La deuda final en forma de bonos se quedará en algo más de 110 millones y se ha alargado el vencimiento. El plazo final es abril de 2013, pero el pasivo empezará a pagarse por partes, ya con la caja que espera generar Jazztel, desde diciembre de 2010.
Camino más despejado
La mayoría de los analistas valoraron ayer de forma positiva el acuerdo de refinanciación de Jazztel. Así lo hizo JPMorgan, por ejemplo, o Banesto Bolsa. Pero los expertos también señalaron la posible dilución de los accionistas, ya que la operación conlleva la emisión de más de 500 millones de acciones. También resaltan que Jazztel tendrá que centrarse ahora en el negocio.
Seis meses de negociación con la crisis como aliada
Negociaciones en varios países que tuvieron a Pujals "colgado del teléfono toda la Semana Santa", dice. Pero no porque las conversaciones fueran recientes, sino porque era el último empujón a seis meses de contactos.Lo primero que tuvieron que hacer los tres artífices del acuerdo anunciado ayer -el consejero delegado de Jazztel, José Miguel García; el director financiero y Pujals- fue encontrar con quién negociar. La operadora paga los intereses a un banco, pero la titularidad de los tenedores de los bonos no es pública. Al fin los encontró y la sorpresa fue que dos de ellos tenían más del 80% de los bonos en circulación, ya que fueron comprando a otros para reducir el precio inicial pagado y aprovechar la baja cotización en el mercado.Pero una cosa es que ellos hubieran comprado por debajo del precio nominal y otra que estuvieran dispuestos a vender al 50% del valor de los bonos. Seis meses de negociación atestiguan lo difícil del acuerdo. "Les hice comprender que estábamos en el mismo barco; ellos con un remo y nosotros con el otro, así que teníamos que remar juntos o...", explica Pujals. También ayudó la crisis y la necesidad de fondos. Ahora, añade, la empresa puede empezar a valorarse por su futuro y su plan de negocio. También cobran importancia los 365 millones en créditos fiscales.