El auditor explica que aunque la compañía ha logrado reducir durante el pasado año los factores causantes de duda sobre su viabilidad, la situación del sector inmobiliario conlleva que la sociedad haya "incurrido en pérdidas en el ejercicio 2008 por importe de 235 millones de euros y presenta una estructura financiera cuyo mantenimiento depende del cumplimiento de diversos ratios en relación al préstamo sindicado y de que la sociedad alcance sus previsiones de negocio".
La mayoría de las inmobiliarias españolas cotizadas han presentado este año salvedades a su ejercicio pasado similares a las apuntadas en Afirma.