Las acciones de Sos se hundieron el 38% el día después del crédito a los Salazar
Los títulos de Sos se desplomaron un 38,5% sólo un día después de que su consejo de administración diera luz verde al crédito a Condor Plus, la sociedad de los hermanos Salazar. Este viernes, el consejo estudiará la auditoría que encargó a KPMG sobre la patrimonial a la que concedió el crédito que el jueves precipitó la salida de su presidente.
La vorágine que atraviesa la cúpula directiva de Sos tiene su espejo en la Bolsa. Sólo una jornada después de que su consejo de administración aprobara el crédito de 212 millones a la sociedad patrimonial de los Salazar, Condor Plus, los títulos del grupo se desplomaron un 38,5%.
Entonces -el pasado 2 de marzo- el mercado atribuía la debacle a los decepcionantes resultados de 2008. Pero el mercado desconocía la existencia del crédito a los principales accionistas del grupo, que no se desveló a la CNMV hasta el 1 de abril.
Sin embargo, el consejo que aprobó la financiación a los Salazar (con la que, aseguraban, iban a ejecutar la entrada en el capital de un fondo árabe a través de un intercambio de acciones) ya reflejó discrepancias en el seno de la cúpula directiva. Los representantes de Caja Madrid, Avanza Sociedades Empresariales y Cajasol no firmaron las cuentas. Tampoco lo hicieron los consejeros Lucas Torán y Daniel Klein, quienes fueron más allá y presentaron ante un juzgado madrileño una demanda de impugnación sobre las decisiones del último consejo de administración de febrero.
Los hermanos Salazar justificaban que el crédito de 212 millones a Condor tenía como garantías sus participaciones, tanto en el grupo Sos, como en otras sociedades, en concreto, en Ibersuizas y Asesoría Financiera Carranza. Unas participaciones que los hermanos Salazar poseen a través de sus patrimoniales (Unión de Capitales, Demi Stone, Asesoría Financiera Madrid o Inversiones Patrimoniales Sabe). Pero estas participaciones ya estaban colocadas como garantías en otras operaciones. Por ejemplo, Unión de capitales (a través de la que Jesús Salazar posee el 11,5% de Sos) señala en sus cuentas del ejercicio 2007 que mantiene una deuda a largo plazo con diversas entidades bancarias por importe de 96,39 millones, "garantizados con las acciones que la sociedad posee en su activo". Sin embargo, no indica de qué entidades bancarias se trata ni el origen de este endeudamiento.
Además, la debacle en Bolsa de Sos hacía inviable la ejecución de las citadas garantías, ya que en un sólo día la cotización de Sos se desplomó desde los ocho, hasta los 4,92 euros. No en vano, en lo que va de 2009, la caída en Bolsa de Sos supera el 60%,
Vaivenes en Bolsa
El citado desplome del 2 de marzo sólo es uno de los vaivenes que han vivido este año los títulos del grupo Sos, con repuntes en una jornada de más del 19%. Ayer, la acción del grupo de alimentación se desplomó en el parqué madrileño un 8,37%.
Hace unas semanas, la compañía atribuía estos rebotes y descalabros al "cierre de posiciones cortas". Pero estos movimientos podrían tener mayor calado, ya que la CNMV está estudiando los últimos acontecimientos de la sociedad, según señalan fuentes del consejo. De hecho, en la reunión que éste celebrará el viernes se estudiarán los documentos del regulador del mercado, aunque la CNMV ni confirma ni desmiente la elaboración de los citados informes.
El consejo de administración también estudiará esta semana la auditoría que el pasado jueves encargó a KPMG sobre la sociedad Condor Plus. Además, la compañía aún no ha hecho público ni el informe de auditoría del ejercicio 2008, ni el informe de gobierno corporativo, que también podrían recibir.
De la gestión personalista al perfil bajo
Al margen de las incertidumbres en su consejo de administración y de qué pasará con las participaciones de los hermanos Salazar (juntos sumaban el 28% del capital), la compañía trata de mantener sin grandes sobresaltos la gestión del día a día. El consejo de administración del pasado jueves eligió presidente a Vicente Sos Castell, miembro de la familia arrocera que dio origen al grupo. Mientras, la gestión recayó en Endika Sánchez, hasta ahora director general pero sin poder ejecutivo. Su intención es dar un vuelco al personalismo que en los últimos siete años ha ejercicio Salazar, a la cabeza de los todos los movimientos corporativos de Sos. Su intención es mantener un perfil bajo y evitar sobresaltos. Una de sus primeras tareas será renegociar el crédito de 994 millones que 35 entidades financieras concedieron a Sos para comprar Bertolli. Una financiación sujeta a unos ratios de deuda y ebitda que la compañía no logró alcanzar en 2008. Además, planea nuevas desinversiones para dar aire a las cuentas del grupo.