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A fondo

López asume hoy el reto de sacar a Euskadi de la crisis

López asume hoy el reto de sacar a Euskadi de la crisis
López asume hoy el reto de sacar a Euskadi de la crisis

El socialista Patxi López se convertirá hoy en el primer presidente del Gobierno vasco no nacionalista. El nuevo lehendakari, que será investido gracias a los votos de los 26 parlamentarios del PSE y los 13 de PP, tendrá como principales deberes hacer frente a la profunda crisis económica y convencer a la oposición y, también a buena parte de la ciudadanía vasca, de que su proyecto es de integración de las diferentes sensibilidades que conviven en Euskadi.

El trabajo de Patxi López y su equipo para los próximos cuatro años, es de nota, pero no sólo por la importancia de la tarea a desarrollar. Durante ese período tendrá que sujetar al PP, su avalista para sostener el Ejecutivo, y evitar sus tentaciones de utilizar los apoyos en el Parlamento vasco como moneda de cambio para desalojar al PNV de la Diputación de Álava o para sugerir políticas que, mal interpretadas, pueden abrir más la brecha con el nacionalismo.

Si dirigir los destinos del País Vasco nunca ha sido fácil, el asunto ahora se presenta doblemente complicado. Desde que se consiguiera el Estatuto de Gernika en 1979 que ha servido para alcanzar altas cotas de autogobierno, tanto fiscal como institucional, a ninguno de los presidentes del Gobierno vasco que ha pasado por Ajuria Enea (Garaikoetxea, Ardanza e Ibarretxe) le costó tanto formar su gabinete como a López. El anuncio de ETA de dirigir su disparatada y asesina estrategia hacia los cargos del nuevo Ejecutivo, sean del Partido Socialista de Euskadi o independientes, ha dificultado su configuración. También la posible situación de interinidad que ya le han adjudicado por su pacto con el PP, ha lastrado el proceso y reducido la lista de candidatos. Ha sido precisamente en Industria y Economía y Hacienda, dos consejerías clave, donde se ha visto con mayores apuros para encontrar las personas idóneas y dispuestas asumir unas responsabilidades de calado. Bernabé Unda, el hasta ahora número dos de Navantia, y Carlos Aguirre, responsable de Recursos Humanos del Ente Vasco de la Energía, serán sus fieles escuderos y las cabezas visibles de su comité anticrisis.

El líder de los socialistas vascos conformará un Ejecutivo austero con tres independientes en sus lista, y que conllevará una reducción de carteras. Serán finalmente diez las consejerías frente a las 11 actuales con una vicepresidencia. Esta política encaja al dedillo en estos tiempos de crisis, sobre todo cuando el eje central de actuación de López será aplicar una batería de medidas que permita revitalizar la industria vasca y frenar el paro.

Dar la vuelta a todos los datos económicos negativos de la economía vasca será su catón. El dibujo del País Vasco, una de las autonomías españolas de referencia en materia económica y de bienestar, ha cambiado extraordinariamente en apenas un año. La crisis, a la que se ha resistido al estar su estructura productiva alejada de la construcción, se manifiesta ahora con toda su crudeza y ataca especialmente a la industria, un activo que está naufragando y necesitado de unos cuantos salvavidas. Los EREs se suceden cada día, el paro ha pasado desde 2007 hasta marzo de este año del 5,73% al 10,33%, se ha producido un drástica reducción del consumo privado y las tasas de crecimiento interanual también disminuyen aceleradamente.

Este panorama se puede ensombrecer más. Las empresas que todavía aguantan gracias a las recetas aplicadas tras sufrir crisis anteriores, tienen su capacidad de resistencia en alarma roja. Se ven continuamente reducidos sus ingresos y saldrán tocadas de una crisis a la que nadie se atreve a poner fecha de caducidad.

Huelga general

Y, para rematar la faena, los sindicatos nacionalistas ELA y LAB que ya han descartado acudir a las reuniones que López tiene previsto realizar con los agentes económicos y sociales para encontrar una salida común a la crisis, recibirán al futuro lehendakari el 21 de mayo con una huelga general. Estas centrales ocupan el primer y el tercer lugar por número de delegados sindicales en Euskadi.

No todo serán dificultades para que Patxi López pueda articular una adecuada política económica y de mantenimiento de la protección social en una época donde el número de desempleados aumenta sin cesar. López podrá jugar los próximos años con un dato positivo que le permitirá actuar como colchón. Se encontrará con unas cuentas saneadas gracias a la labor de los sucesivos gobiernos de Juan José Ibarretxe, y podrá recurrir al endeudamiento y ajustar unos presupuestos para tiempos difíciles.

En su contra jugará que los ingresos fiscales de las diputaciones, las instituciones que sostienen el presupuesto del Ejecutivo vasco, han reducido considerablemente su recaudación por tributos.

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