Zapatero ordena su agenda política a partir de la crisis económica y Cataluña
La recuperación de la iniciativa política se ha convertido en una prioridad para el Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero ha ordenado su agenda a partir de las nuevas medidas que estudia el Gabinete para afrontar la recesión y de los conflictos que vuelven a tener a Cataluña como principal protagonista.
El próximo día 12, José Luis Rodríguez Zapatero afrontará en el Congreso el debate del estado de la nación donde corre el riesgo de salir vapuleado por los diferentes partidos de la oposición. Es consciente de que con el PP apenas puede llegar a acuerdos de fondo, pero desea evitar que el aislamiento que hasta hace unos meses castigaba al primer partido de la oposición le afecte ahora al Gobierno. En la recuperación de la iniciativa política y en la aproximación a las minorías que pueden ayudar al PSOE a evitar sonoras derrotas parlamentarias, el presidente pondrá todo su empeño.
En el calendario del presidente figura incorporada como una prioridad la desactivación de la tensión con el Ejecutivo catalán. Este proceso tendrá tres fases, según explican fuentes socialistas: el cierre de traspasos pendientes a la Generalitat, el acuerdo sobre el nuevo modelo de financiación autonómica y la digestión de la sentencia que el Tribunal Constitucional dicte sobre el Estatuto, aún en fecha indeterminada.
Este miércoles, se celebrará un consejo de ministros extraordinario para evaluar el paquete de medidas económicas puestas en marcha para combatir la recesión y evitar la masiva destrucción de empleo. De este Consejo monográfico saldrán algunas de las medidas para combatir el paro que el presidente anunciará en el debate del estado de la nación. Terminado este debate, Zapatero dará instrucciones a la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, para anunciar el plan de rescate pensado para las entidades financieras en dificultades. Este plan ha sido elaborado, según fuentes gubernamentales, a partir de tres criterios: la prioridad para los acuerdos privados entre cajas de ahorro, la utilización del Fondo de Garantía de Depósitos y, por último, el recurso al dinero público para ayudar a aquellas entidades con futuro y liquidar aquellas que no lo tengan.
El plan de rescate para la banca se anunciará tras el pacto de financiación
Zapatero no quiere dar a conocer el contenido de este plan de rescate hasta que el Gobierno no tenga cerrado el nuevo modelo de financiación autonómica. Podría haber estado listo para esta semana, pero las comunidades gobernadas por el PP, según estas fuentes, no han mostrado interés alguno en dar este balón de oxígeno al presidente del Ejecutivo antes de que comparezca en el debate del estado de la nación.
El calendario hasta el verano se completa con la celebración de las elecciones europeas del 7 de junio, después de las cuales el Gobierno celebrará una conferencia con todas las comunidades autónomas para hacerlas partícipes de los planes anticrisis. En sus preparativos trabaja ya el vicepresidente tercero, Manuel Chaves.
De la desactivación del frente catalán se ocuparán, sobre todo, el ministro de Fomento, José Blanco, y el vicepresidente tercero. Blanco se desplazará el próximo jueves a Barcelona para ultimar el acuerdo sobre el traspaso de cercanías. Falta por concretar el volumen total de recursos que acarreará este traspaso, alrededor de los 4.000 millones de euros, y también el grado de dependencia que seguirá teniendo Renfe en la gestión. Antes del otoño, también serán transferidos a Cataluña otros servicios que se concretarán en julio dentro de la comisión mixta bilateral entre ambas Administraciones.
Cambio de planes
La agenda puramente económica se ha movido desde que el paro superó los cuatro millones de personas. En un principio, el presidente tenía previsto someter a evaluación el grueso de las medidas contempladas en el llamado Plan E el próximo mes de julio, sin descartar la aprobación de nuevos estímulos fiscales en el segundo semestre del año.
Sin embargo, la gravedad de la recesión ha llevado a Zapatero a reconsiderar su calendario inicial, no sólo para frenar con mayor ímpetu la sangría del paro, sino también para dejar menos margen al Partido Popular para desarrollar de manera eficaz su tarea de oposición.
A la búsqueda de apoyos estables
La sensación de que el Grupo Parlamentario Socialista camina por un alambre en cada votación que se registra en el Congreso, está llevando a sus dirigentes a acercar posiciones con aquellos partidos que le pueden brindar su apoyo en trance tan inestable. A este empeño obedece la entrevista que José Luis Rodríguez Zapatero mantuvo el pasado jueves en Madrid con el presidente canario, Paulino Rivero.Zapatero se comprometió con Rivero a crear un grupo de trabajo para evaluar posibles cambios en el régimen económico y fiscal de las islas. En la misma reunión, ambos acordaron también un Plan Renove de infraestructuras turísticas que supondrá una inversión de 178 millones en el horizonte de 2013. El presidente del Gobierno se comprometió también a estudiar la supresión de tasas en los aeropuertos del archipiélago.El PSOE tiene al alcance de la mano los votos de Esquerra Republicana de Cataluña y de Iniciativa si el Gobierno consigue sacar adelante un buen acuerdo sobre financiación autonómica.