Lewis defiende la compra de Merrill por parte de Bank of America
El presidente de Bank of America defendió ayer en una contenciosa junta de accionistas la compra de Merrill Lynch, una entidad cuyas controvertidas pérdidas trimestrales a finales de 2008 obligaron a este banco a pedir una segunda ronda de capitalización al Gobierno de EE UU. Lewis, señaló que el banco de inversión permite a Bank of America tener un equilibrio en los negocios ahora que las entidades comerciales tiene el ciclo económico en contra.
Algunos asistentes vitorearon a este ejecutivo y otros le abuchearon durante esta cita anual. Su posición dentro del banco quedó en el aire, tras el cierre de esta edición, porque el volumen de votos que se registró ayer desbordó a los organizadores y no se pudo certificar si Ken Lewis podría seguir manteniendo su puesto como presidente y consejero delegado de la entidad.
Accionistas como Calpers, el mayor fondo de pensiones del país y tenedor del 1% de la acciones, votaron en contra de su reelección y la de los consejeros, una moción que, según fuentes de Bloomberg, no había conseguido ser aprobada. El voto para dividir el cargo de presidente y consejero delegado se presumía más disputado.
Lewis, que hasta hace un año era el banquero más popular y admirado del país ha ido perdiendo su reputación casi al mismo ritmo al que han ido desplomándose las acciones de Bank of America. El alto precio pagado por Merrill Lynch, el agujero en las cuentas de esta entidad y la presión a la que fue sometido por el secretario del Tesoro de la Administración de George Bush, Henry Paulson, han sido los detonantes del aumento de la desconfianza por parte de los accionistas. Ayer, uno de ellos le criticó que no plantara cara al Gobierno.
Bank of America, podría, por otro lado, ser uno de los seis bancos que van a necesitar más capital para reforzar su balance. Es algo que se presume que revelen el 4 de mayo los resultados de las pruebas de fuerza a las que se ha sometido a la banca por el Tesoro y la Fed.
Activos tóxicos
El Tesoro ha recibido más de 100 solicitudes de interés por parte de inversores para participar en el programa público privado de compra de activos tóxicos de la banca. Pimco y algunas empresas de capital riesgo ya dijeron que querían participar en este plan.