Basf cierra la sede española y traslada su gestión a las oficinas del grupo en Italia
Basf ha decidido reestructurar la organización de sus filiales del sur de Europa. La medida más relevante consistirá en prescindir a partir del 1 de julio del actual vicepresidente para España y Portugal, Gerhard Schwarz, que asumirá otras funciones dentro del grupo alemán.
La sede de la filial española, que incluye las plantas de la petroquímica de Tarragona, desaparece, pasando a depender directamente de la subsidiaria italiana instalada en Cesano Maderno. Así, el presidente de Basf Italia (incluye la responsabilidad sobre Grecia, Malta y Chipre), Erwin Rauhe, también será el responsable de la región Iberia, que precisamente dirigió entre 2002 y 2005.
Rauhe tendrá responsabilidad sobre una plantilla total de 3.500 empleados, con unas ventas de 3.500 millones de euros. En cualquier caso, la situación se ha invertido desde 2002. El antecesor de Rauhe en España, José María Bach, fue el máximo responsable de la filial italiana desde Barcelona, coincidiendo con la época de grandes inversiones de la multinacional alemana en Tarragona. A finales de la década pasada Basf aprobó la instalación en la petroquímica de una planta de deshidrogenación de propano junto al grupo argelino Sonatrach.