La banca española, a salvo de la tormenta
Parece que los bancos españoles están siendo erosionados por la tormenta económica. La economía nacional está en serios problemas, con el desempleo en el 17,4%. Pero una prudencia en la política crediticia y un ensanchamiento de los márgenes han mantenido a Santander y BBVA en beneficios.
Ambas entidades han superado sus expectativas. En el caso de Santander, en parte gracias a los incrementos en el margen de interés (antes margen de intermediación) del 22,2% hasta 6.200 millones de euros. Ha sido una buena ayuda las rebajas en la financiación al por mayor. Aunque no puede durar mucho. Los tipos de interés de los créditos en España se revisan anualmente. Cuando ese plazo se vaya cumpliendo, los spreads se irán reduciendo.
Latinoamérica no es fuerte para ningún grupo, pero está lejos del desastre. En el caso de BBVA, las mayores provisiones por pérdidas en préstamos en tarjetas de crédito y crédito al consumo en México se come los beneficios. Junto con la ralentización del crecimiento, lleva a una caída del 16% en el beneficio atribuido en el primer trimestre, aunque en términos comparativos estaban distorsionados por unas ganancias extraordinarias en el mismo periodo del año pasado. Santander tiene aún que recoger todo el potencial de su expansión en Brasil. Pero las operaciones de Santander en Reino Unido presentan un sólido rendimiento.
Los resultados no fueron estelares, pero han sido aceptables. A diferencia de los competidores en grandes operaciones de banca de inversión, las operaciones por cuenta propia no han barrido el beneficio de las entidades españolas.
Los beneficios de los bancos también se verán afectados por una ralentización en el crecimiento de los préstamos. Pero la gran preocupación es que los préstamos vayan mal. La proporción de la cartera de préstamos en problemas aumenta para ambos, aunque está todavía bastante por debajo de la media en España.
Las compras de activos inmobiliarios de los atribulados promotores pueden haber dejado planos los números, especialmente para Santander. Pero ambos bancos pueden mantener los beneficios altos por las reservas guardadas durante el boom del crédito. Ambos bancos también tienen una prodigiosa habilidad para recortar costes.
Además, una caída en el beneficio neto este año parece casi inevitable. Los analistas han señalado una caída del 8% para Santander, según Thomson, y un 5% para BBVA. Dado el torbellino desatado en casa y fuera, estas estimaciones pueden considerarse optimistas. Pero en comparación con otros grandes bancos, los españoles parecen estar en bastante mejor forma.
Fiona Maharg-Bravo