Popular se aprieta el cinturón con el cierre de 300 oficinas en dos años
Mensaje positivo. 'A lo mejor en Popular podemos ver ya algo de luz al final del túnel'. Así inició Roberto Higuera la presentación de los resultados del trimestre de Banco Popular. En este periodo ganó 224,7 millones, con una caída del 30,7% tras realizar provisiones subestándar por 175 millones. Cerrará 300 oficinas en dos ejercicios de las 2.256 con las que empezó el año en España.
El consejero delegado del tercer banco español quiso ayer despejar las dudas existentes en el mercado sobre la marcha del grupo y lanzar un mensaje muy optimista. 'La captación de nuevo negocio en el trimestre ha sido muy importante. Por eso, los márgenes han crecido espectacularmente y el beneficio recurrente sin resultados extraordinario ni dotaciones cautelares fue de 300 millones', con una caída del 0,6%, explicó Higuera.
Popular quiso presumir de la entrada de nuevo negocio en el grupo, lo que le permitió hacer caja y aprovechar para realizar dotaciones subestándar -destinadas a créditos que no han entrado aún en morosidad pero pueden hacerlo en poco tiempo, según el criterio del Banco de España-. Así, en el primer trimestre provisionó 175 millones extra, política que seguirá a lo largo del ejercicio, ya que su reto para este año es subir su solvencia, aún a costa del beneficio.
Lógico, si se tiene en cuenta que Popular era uno de los bancos con más exposición al crédito con promotores, posición que ha ido rebajando, pero que durante el pasado año disparó su tasa de morosidad, que ahora se sitúa en el 3,82% -tras desacelerarse en febrero y marzo-, frente al 0,98% de marzo del pasado ejercicio y del 2,81% de cierre de 2008. El índice de créditos impagados con inmobiliarias llegaba en el trimestre al 4,55%, mientras que el de los préstamos hipotecarios de particulares se sitúa en el 2,52%.
Pese a la desaceleración en la entrada de morosidad y la mejor recuperación de los impagados, Higuera no quiso hacer previsiones sobre la tasa de mora que puede alcanzar el grupo al cierre de año, y se limitó a decir que los analistas la cifran entre el 5,5% y el 6%.
En tres meses, el grupo ha recuperado 939 millones de euros en activos morosos, frente a los 500 millones del trimestre anterior.
En la presentación de resultados, el ejecutivo se extendió en detallar la capacidad de Popular para hacer frente a escenario extremos de morosidad. El grupo puede 'absorber con cierta comodidad a lo largo de los dos o tres próximos años, el impacto que pueda tener la morosidad sobre la cuenta de resultados en el escenario más extremadamente pesimista concebible', recalcó Higuera.
La tasa de cobertura de los 4.200 millones de créditos impagados con los que cuenta Popular es del 51% -185,38% un año antes-. Este índice, según Higuera se eleva al 133% con garantía real. Popular sigue, pese a todo, apostando por el crédito a empresas, y asegura que hará lo posible por llegar a acuerdos con los particulares para no tener que quedarse con sus viviendas si no pueden pagar su hipoteca.
Cuenta con una cartera inmobiliaria procedente de promociones de 2.000 millones, de la que 'no tiene prisa' por desprenderse, ya que su coste de mantenimiento es barato.
Además, de la gestión de la morosidad, reducir costes se ha convertido en su obsesión. Con una ratio de eficiencia del 28,34%, tiene previsto reducirla más al acelerar su plan de cierre de oficinas. En el trimestre clausuró 70 sucursales, a las que se sumarán otras 80 hasta finales de ejercicio, y otras 100 ó 150 durante el próximo año. 300 entre 2009 y 2010, de las 2.256 con las que terminó el año precedente.
Cierra el grifo al crédito al consumo
El ahorro de costes de Popular no estará acompañado, inicialmente, de un plan de prejubilaciones, explicó su consejero delegado. 'No tenemos planes de prejubilar anticipadamente a nadie', recalcó. El cierre 70 sucursales de enero a marzo -cifra que estaba prevista para todo el año y ahora se ha ampliado a 150-, ha ido acompañado, no obstante, de 114 bajas en la plantilla. Los gastos del banco han bajado un 9,1% en el trimestre, la primera caída desde hace 14 años. De marzo a marzo su cartera crediticia ha crecido un 5,2%, aunque si sólo se contabiliza el aumento trimestral se eleva al 0,8%. El banco defiende el crédito a empresas, con una mejora en 12 meses superior al 7%. Pero ha decidido cerrar el grifo a otros, como los préstamos al consumo. 'Hemos dejado de dar créditos al consumo. Sólo los damos a clientes con comodidad financiera', aseguró Higuera. Popular cuenta con una cartera en créditos al consumo de unos 2.000 millones, con un descenso en un año del 19%, y que irá creciendo. El grupo ha vuelto a recortar su apelación a la banca mayorista para financiarse, al apostar por los depósitos a plazo, que se han incrementado un 38,3% en un año y un 8% en el trimestre. Popular tiene pensado realizar una nueva emisión de preferentes en la segunda mitad del año por unos 800 a 1.000 millones de euros. Su core capital o capital principal se sitúa en el 7,23% y el Tier I (en el que entran también las preferentes) llega al 8,47%. Higuera cree que la banca española no necesita ser recapitalizadas con dinero público y aseguró que los Fondos de Garantía de Depósitos (FGD) que hay en España 'son suficientes'. Opina que la entrada de fondos públicos en las entidades da lugar a distorsiones de mercado 'que son nefastas'.