La Fed discute su política entre signos de mejoría y el temor a la gripe porcina
La Reserva Federal (Fed) inició hoy una reunión de dos días para tratar su política monetaria en medio de indicios positivos en la evolución de la economía de EE UU y temor por el posible impacto de la fiebre porcina en los mercados.
El Comité de Mercado Abierto de la reserva, que maneja la política monetaria, dará a conocer mañana su decisión sobre los tipos de interés y, lo más importante para los mercados, su diagnóstico sobre la coyuntura económica.
A esa hora los mercados ya habrán absorbido otro dato crucial para la política económica: el gobierno dará su primer cálculo del producto interior bruto (PIB) entre enero y marzo, y la mayoría de los analistas cree que en ese trimestre la economía tuvo una contracción del 5%.
En el cuarto trimestre de 2008 el PIB se redujo a un ritmo anual del 6,3%. En todo 2008 la economía de Estados Unidos creció un 1,1%, el menor incremento desde 2001.
Entre sus esfuerzos por sustentar el sistema financiero y reactivar el crédito, la Reserva Federal ha colocado la tasa de interés interbancario de corto plazo entre el 0 y el 0,25%.
Algunos analistas han advertido de que esta política monetaria se tornará peligrosa en cuanto se reactive la economía, pues la abundancia de dinero en el sistema alentaría una rápida inflación.
El índice de precios vinculado al PIB subió a un ritmo anual del 0,5% entre octubre y diciembre pasado, y la mayoría de los analistas cree que el ritmo se aceleró al 1,8% anual entre enero y marzo.
La confianza de los consumidores de Estados Unidos en la economía mejoró en abril y se situó en el nivel más alto en lo que va de año, según datos que difundió hoy The Conference Board.
El índice de confianza que elabora cada mes esa entidad de análisis económico se situó en 39,2 puntos este mes, comparado con los 26,9 puntos de marzo. Si bien se mantiene en terreno negativo (por debajo de 50), ha tenido su cuarta mayor mejora en los 32 años de historia de este indicador.
Por su parte el índice Case-Schiller de precios de viviendas, divulgado hoy por Standard and Poor's, mostró que en las 20 ciudades mayores de EE UU los precios bajaron un 2,2% en febrero, después de una caída sin precedentes del 2,8% en enero.
Los dos indicadores dan esperanzas, leves pero positivas. La confianza de los consumidores sigue en terreno negativo pero no tanto como en febrero; los precios de la vivienda siguen bajando pero no tanto como en enero.
La contracción del gasto de los consumidores -el consumo en EE UU equivale a más de dos tercios de la actividad económica- y el derrumbe de los precios de la vivienda han contribuido a meter a la economía global en una recesión prolongada.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo a mediados de abril que se percibían "señales tentativas" de que el brusco declive en la actividad económica se estaba suavizando.
"He observado recientemente señales tentativas de que la fuerte caída de la actividad económica podría estar desacelerándose", dijo, en referencia a los últimos indicadores sobre venta de viviendas y automóviles, la construcción y el gasto de los consumidores. "Soy fundamentalmente optimista acerca de nuestra economía", indicó Bernanke.