Felipe González pide más ambición en los planes anticrisis y alaba la estrategia de Obama
El ex presidente español Felipe González opinó hoy que los países europeos deberían ser más ambiciosos en sus planes de recuperación aún a riesgo de desequilibrar sus cuentas públicas y alabó la respuesta ante la crisis que hasta ahora ha tenido el presidente estadounidense, Barack Obama.
González, que preside actualmente el Grupo de Reflexión sobre el futuro de la UE, lamentó la actitud de los Veintisiete al rechazar los llamamientos de Washington para aumentar ahora el esfuerzo presupuestario.
"Me preocupa que la política anticrisis suponga tres veces más esfuerzo en EEUU que en Europa y que cuando Obama pide mayor compromiso a la UE y a Japón respondamos pidiendo prudencia", dijo en una intervención en Bruselas ante el Comité Económico y Social de la Unión.
Para González, Europa no debería esperar a ver el resultado de su primer paquete de recuperación mientras ve cómo la destrucción de la economía avanza y llamó a los Veintisiete a pactar su actuación con EE UU.
"Preferiría una coordinación con EE UU, incluso si nos equivocáramos conjuntamente, a que haya una especie de espera para ver qué ocurre con lo que ha hecho EE UU y con lo que ha hecho Europa", señaló.
Valora la actuación de Obama
En su intervención, centrada en la situación económica global y europea, González aseguró que la Administración Obama "ha sorprendido" con su actuación y, pese algunas cosas "discutibles", valoró el grueso de sus medidas, destacando el plan para la compra de activos tóxicos.
En el caso europeo, llamó a una respuesta "unida" a un problema "global" y lamentó que los "gobiernos estén siendo responsabilizados" en muchos casos por sus ciudadanos por una crisis que afecta a todo el mundo.
"La realidad es que sólo es criticable de los gobiernos que no aprovechen bien los escasos márgenes que tienen para limitar las consecuencias del impacto global de la implosión del sistema financiero", indicó.
La respuesta, a su juicio, tiene que ser global, para poner fin al "casino financiero" y avanzar hacia una gobernanza mundial de las finanzas.
En un marco más amplio, González analizó la actual coyuntura en el contexto de la globalización y de los cambios experimentados en el mundo durante los últimos 20 años y consideró que la Unión Europea "ha estado distraída" frente a estos fenómenos.
"Me preocupa que Europa no esté respondiendo a esos cambios y que el éxito de la Europa de la posguerra nos haya vuelto a todos excesivamente conservadores respecto de un modelo que no va a sobrevivir, salvo que renovemos un pacto económico y social que genere un círculo virtuoso para la nueva civilización globalizada", apuntó.
Ese pacto, explicó, debe garantizar una fórmula para que la economía comunitaria añada el valor suficiente para financiar la cohesión social que ha distinguido al bloque de otras zonas del mundo.
Para González, el problema no es ni el peso del sistema social europeo, ni el Estado del bienestar, ni la supuesta rigidez de las relaciones laborales, sino aspectos como la "rigidez corporativa" que dificulta que proyectos innovadores salgan a flote y las dificultades para transformar "el conocimiento en iniciativa" que aporte valor a la economía.
En este sentido, llamó a analizar si el "fracaso" de la agenda de Lisboa para el crecimiento y el empleo puesta en marcha por la UE en el año 2000 se debe sólo a "errores de aplicación" o si también había fallos de "diagnóstico".
La salida, a juicio del ex presidente español, está en apostar por la lucha contra el cambio climático y la transición a una economía baja en emisiones.
æpermil;sta se debe hacer con una "fuerte intervención pública" -por la que parece que apuesta Obama, recordó-, que al mismo tiempo será una "inmensa oportunidad" para generar empleo y responder a las necesidades de la economía europea.