Ocaña asegura que el Gobierno no trabaja en cambios de impuestos
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, aseveró hoy que el Gobierno no trabaja actualmente en la modificación de ningún impuesto, ni al alza ni a la baja, aunque reconoció que el Ejecutivo "reconducirá las políticas fiscales para lograr el equilibrio presupuestario", marcado por la bajada de los ingresos y que requerirá "contención del gasto".
Preguntado por la subida del impuesto de hidrocarburos que reclama la UE a España antes de 2012, en el marco de una conferencia sobre la situación económica en el Cercle Financer de Barcelona, Ocaña afirmó: "En estos momentos no estamos trabajando". Añadió que existe "margen" de años todavía.
Ocaña presentará mañana la ejecución presupuestaria del primer trimestre, en la que se reflejará la caída exacta de la recaudación del Estado y el consiguiente aumento del déficit público.
El Gobierno, partidario de la fusión entre cajas
"La posición del Gobierno es que hay que dejar actuar los mecanismos establecidos", ha mantenido hoy Ocaña para quien las fusiones de cajas son la primera alternativa en el proceso de reestructuración del sistema financiero.
Ocaña ha hecho estas afirmaciones en una conferencia titulada: "Perspectivas para salir de la crisis económica en España", en un acto organizado por el Círculo Financiero de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País, organizado en la sede de La Caixa en Barcelona.
"De cara al futuro no se puede descartar un proceso de saneamiento y fusión de algunas entidades y para ello existen los mecanismos necesarios", ha manifestado hoy el secretario de Estado para quien el sistema financiero español goza de una salud mucho mejor que la del resto del mundo".
Carlos Ocaña ha advertido que además de las fusiones hay una segunda línea de defensa del sistema financiero que pasa por "dejar que los Fondos de Garantías de Depósitos actúen de acuerdo con lo previsto en la Ley".
"Si los mecanismos anteriores no fueran suficientes, el Gobierno garantizarás la sostenibilidad y estabilidad del sistema con el mínimo coste y es aquí donde tiene sentido considerar la posibilidad de crear algún mecanismo automático de intervención como el que sugiere el Banco de España".
Este mecanismo pasaría, según Ocaña, por "un fondo que tenga los recursos para que puedan realizarse operaciones de reestructuración o venta de activos no haga falta que el Gobierno apruebe la operación y esto al Gobierno le parece razonable", algo que se haría "sin modificar el marco legal de las cajas de ahorro".
Ocaña ha insistido en el "compromiso firme por parte del Gobierno para asegurar la solvencia del sistema" y ha puesto el ejemplo de que "el Gobierno está dispuesto a actuar con determinación y transparencia para atajar los posibles problemas de solvencia de algunas entidades financieras".
A juicio de Carlos Ocaña "el caso de la intervención de Caja Castilla-La Mancha ha puesto sobre la mesa la posible reestructuración del mapa de nuestras instituciones financieras".
Este debate se está haciendo "apuntando a una posible reducción del número de cajas de ahorro" por lo que Ocaña se plantea "cómo organizar este proceso".
En términos más generales, sobre el estado de la Economía, Ocaña ha manifestado: "si hacemos los deberes saldremos de esta crisis más fortalecidos de lo que hemos entrado".