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Microchips

Bruselas castigará y limitará la estrategia comercial de Intel en Europa

La Comisión Europea ultima un castigo ejemplar contra la compañía Intel, a la que acusa de acaparar el mercado europeo de microchips con prácticas comerciales ilegales.

Otro gigante informático estadounidense. Y otro castigo de la Comisión Europea que, como en el caso Microsoft, marcará, según algunos especialistas, 'un antes y un después' en el sector tecnológico.

La víctima, esta vez, será el omnipresente Intel Inside, una marca que identifica a los microchips con los que operan más del 80% de los ordenadores europeos.

El departamento comunitario de Competencia, según las fuentes consultadas por este diario, ya tiene preparado un borrador de Decisión que concluye que la empresa ha logrado y mantenido esa cuota de mercado gracias a un abuso de posición dominante. En concreto, Bruselas considera ilegales las rebajas ofrecidas por Intel a los fabricantes de ordenadores a cambio de utilizar exclusivamente sus productos.

Esa conducta acarreará a Intel una multa cuya cuantía todavía no se ha fijado pero que con toda probabilidad será multimillonaria. La de Microsoft en 2004 ascendió a 497 millones de euros por abuso de posición dominante en el mercado de los sistemas operativos.

Pero desde entonces, la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, ha endurecido las directrices sobre sanciones económicas. Y el caso Intel puede permitirle cerrar espectacularmente su mandato, que acaba el próximo mes de noviembre.

La relación entre Intel y la CE, además, parece haberse deteriorado en los últimos meses. La compañía incluso presentó un recurso contra parte del procedimiento de la CE ante el Tribunal de la UE. Un movimiento que pretendía ganar tiempo, pero que algunos abogados lo califican como un error. Los jueces, en cualquier caso, lo rechazaron.

De todos modos, fuentes del sector señalan que la importancia de la Decisión sobre Intel no estriba en la cuantía de la multa sino en los límites que la CE impondrá a las prácticas comerciales de la compañía. 'Los fabricantes', dicen, 'por fin podrán elegir qué microchip poner'.

La compañía lleva cuatro años en el punto de mira

El líder mundial en la fabricación de microchips lleva desde 2005 en el punto de mira de las autoridades europeas de competencia. Aquel año, funcionarios comunitarios y nacionales registraron por sorpresa las sedes de Intel en varios países europeos. Meses después, en 2007, Bruselas acusaba formalmente a la empresa de abuso de posición dominante, unos cargos que repetiría y ampliaría en 2008. Tras cuatro años de investigación, Bruselas ya se siente en condiciones de cerrar el caso con un dictamen que parece confirmar las acusaciones contra la compañía. La CE ha retocado el dictamen después de someterlo a un escrutinio interno para detectar posibles puntos débiles. Bruselas quiere blindarlo ante un previsible recurso de Intel ante el Tribunal de la UE.

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