Boeing reduce a la mitad sus beneficios trimestrales por la debilidad de la aviación comercial
El constructor aeronáutico estadounidense Boeing ganó 610 millones de dólares (470 millones de euros) en el primer trimestre de 2009, reduciendo a la mitad sus beneficios respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, cuando ascendieron a 1.211 millones de dólares (934 millones de euros). Estos resultados son peores de lo esperado por los analistas.
Según informó hoy la compañía en un comunicado, este recorte obedece a la debilidad de su división de aviación comercial, afectada por un lado por los cambios en el ritmo de producción de aviones de doble pasillo y, por otro, por un menor crecimiento de los precios de entrega previstos, dadas las condiciones del mercado.
Los resultados de Boeing también se vieron afectados por las mayores inversiones comprometidas en investigación y desarrollo y por unas condiciones de entrega de los pedidos de defensa "menos favorable".
La cifra de negocio de Boeing alcanzó 16.502 millones de dólares (12.748 millones de euros), un 3,2% más que en el primer trimestre de 2008, cuando el grupo facturó 15.990 millones de dólares (12.353 millones de euros).
Los ingresos de la división comercial alcanzaron los 8.600 millones de dólares (6.642 millones de euros) gracias a un aumento del número de entregas del 5% que compensó parcialmente una caída en los volúmenes de servicios.
No obstante, los márgenes en todos los programas comerciales se vieron afectados negativamente por un menor crecimiento de los precios de entrega, la decisión de reducir la producción del 777 y el aplazamiento de los incrementos de producción de los 747-8 y los 767.
La división registró durante el periodo un total de 28 pedidos, pero también recibió 32 cancelaciones. Actualmente, mantiene una cartera de pedidos de 266.000 millones de dólares (205.285 millones de euros).
Proyecto 787
Sobre el progreso del proyecto estrella del constructor, el Boeing 787, la empresa destacó que el calendario no ha cambiado desde su última revisión (diciembre) y espera que el primer vuelo se registre durante el segundo trimestre de 2009, lo que implicaría que las entregas del avión comenzarían en el primer trimestre de 2010.
No obstante, el programa 787 registró cancelaciones de pedidos de 32 aviones durante el trimestre, con lo que en la actualidad hay 886 órdenes en firme de un total de 57 clientes.
Con respecto a la evolución de la división militar y de defensa (IDS), registró unos ingresos trimestrales de 7.700 millones de dólares (5.943 millones de euros), un 2% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, mientras que alcanzó unos márgenes del 9,2% gracias al sólido desarrollo de la ejecución de los programas.
La división de defensa se vio afectada negativamente por unas condiciones de entrega de pedidos menos favorables, aunque cuenta con una cartera de pedidos de 73.000 millones de dólares (56.396 millones de euros).
Con respecto a Boeing Capital Corporation, brazo financiero del grupo, éste redujo a la mitad sus beneficios antes de impuestos, hasta los 37 millones de dólares (28,5 millones de euros) debido a una disminución de la cartera de financiación de aviones y a mayores reservas e impagos.
Recorta las previsiones de beneficio
Boeing reafirmó su previsión de ingresos para 2009 entre los 68.000 y los 69.000 millones de dólares (52.494 y 53.266 millones de euros) y recortó su estimación para el beneficio por acción desde una horquilla de entre 5,05 y 5,35 dólares por título hasta otra situada entre los 4,7 dólares y los 5 dólares, por los menores ingresos previstos para la división de aviación comercial.
El constructor aeronáutico mantuvo inalterado el calendario de entregas para 2009, que sitúa entre las 480 y 485 unidades así como la previsión de ingresos para la división comercial, entre los 34.000 y los 35.000 millones de dólares (26.256 y 27.000 millones de euros).
El presidente y consejero delegado de la compañía, Jim McNerney, habló de la existencia de "desafíos sin precedentes" en el mercado de la aviación comercial debido a la crisis económica, aunque confió en la solidez de la empresa para afrontar "las crecientes presiones de la economía".