'Las cuentas de ahorro serán más interesantes que los depósitos'
La caída de tipos está modificando la estructura del ahorro hacia las cuentas remuneradas, más líquidas. El atractivo de los depósitos estará en plazos más largos.
Los depósitos han perdido el atractivo que tenían hace unos meses, cuando la aguda crisis de liquidez animó a los bancos a ofrecer rentabilidades de hasta el 6% a un año. Benedek Vasy, responsable de pasivo de Barclays desde marzo de 2008 y director de marketing de particulares de Banesto durante años, prevé que la caída de tipos, que está reduciendo al mínimo las rentabilidades, impulse la contratación de cuentas remuneradas en detrimento de los depósitos, que comenzarán a contratarse a plazos más largos. Nacido en Hungría, Vasy recuerda que el cliente busca ahora seguridad y facilidades para disponer de sus ahorros.
¿Cómo convencer a un cliente de que contrate ahora un depósito, con los tipos al mínimo histórico del 1,25%?
Hay que considerar dónde están ahora los precios del mercado interbancario y, según eso, qué puede ofrecer el banco. Existen ofertas por encima del euríbor que siguen siendo muy rentables. Los depósitos son incluso más rentables que otras formas de inversión, como los fondos. Invertir en productos que aparecen en los balances de los bancos hoy día es mucho más rentable que invertir en deuda del Estado, por ejemplo. Los bancos necesitan liquidez.
En ese sentido, ¿las numerosas emisiones de deuda pública no plantean una competencia a los bancos a la hora de atraer el ahorro conservador? Los Estados también necesitan liquidez para los planes de rescate de la banca.
De momento, las emisiones de deuda pública no tienen un impacto relevante para nosotros. Depende mucho de los tipos de interés. Normalmente la deuda del Estado para particulares suele estar a un tipo más largo, y no hay mucha gente dispuesta a comprometer su ahorro a un plazo de 10 años. La mayoría de los clientes encuentra hoy día un punto óptimo entre la rentabilidad y el riesgo en los depósitos bancarios. Pero si los tipos siguen cayendo, como será previsible, este atractivo podría reducirse. De hecho, en un futuro cercano, se puede esperar que crezca el peso de las cuentas a la vista sobre los depósitos en el total de los depósitos a hogares. Es decir, esperamos un deterioro de los depósitos. Hay una tendencia clara de traslado de depósitos hacia las cuentas corrientes o las cuentas remuneradas.
Llama la atención que no sea mayor el peso de las cuentas cuando hubo tanto miedo por la liquidez y el rescate de los depósitos.
Es cierto, el 39,2% del ahorro está en cuentas a la vista y el 60,8% en depósitos a plazo, según los últimos datos de enero. Pero sucede que los depósitos suelen tener un plazo relativamente corto. Incluso en momentos de alta necesidad de liquidez, un depósito de entre seis meses a hasta un año tiene un plazo relativamente corto desde el punto de vista del consumidor. En una cuenta de ahorro, los movimientos son también a un plazo más largo. Y además, hay entidades como la nuestra que mezclan los dos conceptos, depósitos con una ventana de liquidez cada cuatro meses. Eso tranquiliza mucho a los clientes. Lo que realmente busca el cliente es la rentabilidad del largo plazo con la flexibilidad del corto, como en un seguro. Quiere tener la posibilidad de que, si algo imprevisto pasa, puede disponer de su ahorro sin penalización alguna. En cualquier caso, con la bajada de tipos va a cambiar la tendencia del ahorro, será menos interesante el depósito de ahorro frente a las cuentas.
Con la caída de tipos de interés, ¿no está habiendo un desplazamiento desde los depósitos a otros productos de inversión, aun a costa de mayor riesgo?
En el último año y medio, el trasvase ha sido desde fondos a depósitos. La mayoría de las entidades tenía programas específicos para traspasar dinero desde fondos a depósitos, hay muy pocos bancos y cajas que no lo hayan hecho. Entre ellos, nosotros. Pero el regreso a los fondos de inversión aún no ha tenido lugar y es poco previsible a corto plazo porque sigue existiendo la necesidad de captar liquidez a través del negocio minorista. Y tampoco puedes captar fondos en el mercado mayorista a un precio razonable.
¿No ha bajado un poco la presión y la necesidad de captar recursos en la banca?
Sí, es cierto, aunque en promedio la banca está perdiendo 81 puntos básicos en los depósitos que vende, tanto a nuevos clientes como a los que ya tiene. Lo normal es que pierdas aún más con el dinero nuevo y más o menos estés en un diferencial cero con los depósitos existentes. Este diferencial negativo esperamos que se vaya reduciendo. Probablemente en septiembre veremos ganancias de 20 puntos básicos, que era lo habitual antes de la crisis, y depósitos al 1,5%. Un depósito no va a ofrecer mucho más del 1,5% a la vuelta del verano y esto va a motivar que los clientes pongan un porcentaje mayor de sus ahorros en cuentas. Y la segunda tendencia que esperamos es que los clientes piensen en plazos más largos. Si le podemos dar al cliente la posibilidad de sacar su dinero en caso de un imprevisto, va a preferir el largo plazo. Por ejemplo, acabamos de sacar un depósito que paga un 15% a cinco años, con ventanas de salida cada cuatro meses.
¿Es mucho más complicado ahora el negocio bancario? A la crisis económica se suma la desconfianza que crean situaciones como la de CCM.
No necesariamente, puede incluso ser más fácil. Los bancos tienen que pensar mejor en qué se gastan el dinero que tienen. La consigna que ha dado nuestro consejero delegado es estar cerca del cliente. Creo que no es más difícil ahora captarlo. Quien hace bien el trabajo en épocas de crisis, tiene mayores oportunidades que en épocas normales.
Llegada la hora del vencimiento
Las intensas campañas de comercialización de depósitos emprendidas por la banca en el otoño del pasado año van a generar un vencimiento continuado de estos productos a lo largo de este año. Bancos y cajas deben intentar retener ahora todo ese ahorro, aunque con un nivel de tipos de interés de sólo el 1,25%. 'Queremos aprovechar el momento para lanzar depósitos a más largo plazo', afirma Benedek Vasy, que asegura que además hay mucha inercia entre la clientela a la hora de renovar sus productos de ahorro.'El efecto de los vencimientos de depósitos en los balances de los bancos es muy lento, si llega a representar el 5% del total a lo largo de un año ya es mucho. Al margen de esto, la tendencia es que habrá clientes que pasen del corto al largo plazo en depósitos y clientes que pasen de depósitos a cuentas de ahorro y remuneradas. Cuando se ofrecen rentabilidades del 1,5%, es una complicación pensar dónde invertir el dinero', explica Vasy. El ejecutivo reconoce que 'hay que afinar para dar rentabilidad al cliente, para que venga. Tener un cliente es algo muy valioso. A lo largo de su vida, una persona cambia tres o cuatro veces de banco, no más'.