Contra la crisis, nada de sentarse
Mantener precios y no sentarse a esperar que pase la tormenta. Es decir: ser activos. Esa sencilla receta, que forma parte del ser más profundo de los emprendedores, es la que presentan como solución para afrontar la crisis un granado número de empresarios del sector del lujo y los complementos en CincoDías. Hay muchas formas de afrontar las situaciones complejas, pero, cuando tras advertir que estamos atravesando un periodo 'muy difícil, y quien diga lo contrario no dice la verdad', un empresario como Mariano Puig, fundador del grupo que lleva su apellido, aconseja 'reconocer los mejores talentos y situarlos en las mejores posiciones de la empresa', está dando en muy pocas palabras una lección de gestión empresarial anticrisis.
Cuantificar los daños que la caída de la demanda está infringiendo en el consumo no parece difícil, aunque determinar los términos exactos de ese recorte en cada sector llevará un tiempo. Sin embargo, hay empresas como Ikea que muestran en su estrategia una asombrosa naturalidad para enfrentarse a situaciones de contracción de demanda como la actual. Así de claramente lo manifiesta la directora general adjunta del grupo sueco, Montserrat Maresch, con un mensaje tan práctico como el de que su compañía no reduce costes por la crisis, sino porque 'es algo inherente a nuestra cultura empresarial'.
Así, lejos de grandes estrategia macroeconómicas, los empresarios que pulsan día a día el latido del consumo tienden a soluciones mucho más prácticas que las de los académicos para afrontar la crisis. Si el reconocido Ermenegildo Zegna sostiene que es imprescindible que las compañías se aventuren en la exploración de nuevos mercados no está más que dando claves básicas para el futuro.
En ese sentido, cobra especial relevancia la estrategia anunciada en estas mismas páginas por uno de los empresarios de mayor éxito de los últimos años, Isak Andic, fundador y presidente del grupo Mango. Andic ha roto esquemas más de una vez y ahora se dispone a demostrar eso que los teóricos saben sólo porque lo intuyen o se lo han oído a otros: la crisis es una enorme fuente de oportunidades. El empresario ha dibujado una estrategia con tres patas. La primera es abrir espacios en grandes almacenes de los países donde la caída del consumo es menor. Una medida lógica y poco original. Los otros dos pilares de su estrategia, sin embargo, pueden dar ideas nuevas a los empresarios. Primero, una apertura sin complejos hacia mercados insospechados. Como su competidor Inditex, Mango tiene fijado su objetivo en Asia, pero también va a abordar mercados sorprendentes, como el de ciertos países africanos. El tercer pilar es el más insospechado: ofrece a franquiciados de otras marcas que las dejen y se unan a Mango. Es decir, la competencia en estado puro y a pie de calle. Definitivamente, las crisis son un manantial de oportunidades para quien las sabe aprovechar.