Banesto y los banqueros metidos a inmobiliarias
Banesto dio ayer el pistoletazo de salida a las presentaciones de resultados bancarios del primer trimestre y ofreció una referencia fundamental de la nueva actividad hacia la que el pinchazo del ladrillo ha empujado a la banca. Los bancos se han metido a gestores inmobiliarios y, así, Banesto compró inmuebles en el primer trimestre por 150 millones de euros y vendió pisos por otros 100 millones de euros, el equivalente al 15% de todo el stock de viviendas que tiene en cartera. Antes de asumir el impago de los numerosos créditos a promotores inmobiliarios pendientes, la banca prefiere adquirir esos inmuebles y ocuparse de su posterior venta. Pero como advierten las firmas de análisis, no deja de ser una fórmula encubierta con la que intentar suavizar el avance de la morosidad. Los créditos no se convierten en impagados pero hay que vender los inmuebles para no perder el dinero.
Cuando desaparezca el pesimismo, riesgo de caídas
El sentimiento de mercado puede resultar algo engañoso si uno trata de extraer de él una lectura que ayude a anticipar la evolución de la Bolsa. Al contrario de lo que cabría pensar, los momentos de pánico, cuando el sentimiento es muy pobre, son muy buenos para la Bolsa y ofrecen las mejores oportunidades de compra, algo que habrán podido comprobar aquellos que se aventuraron a comprar durante los mínimos del pasado mes. Ahora con un rebote del 30% en marcha el sentimiento empieza a mejorar. ¿Es entonces momento de comprar? Algunos de los partícipes de mercado más avezados aconsejan extremar la prudencia ya que en su opinión cuando desaparezca el pesimismo aumentará el riesgo de que regresen las caídas. No sería de extrañar, por tanto, que el sector bancario, líder del rebote actual empiece a ceder terreno en Bolsa precisamente cuando empiece a recuperarse de verdad y a mostrar fortaleza.