Fusión virtual de CajaCampo y Cajamar
La consolidación de la tercera pata del sector financiero español, las cooperativas de crédito, avanza a toda velocidad. La mayor caja rural española, Cajamar, y CajaCampo, muy implantada en Valencia, están ultimando una fusión virtual. Con esta fórmula de integración, ambas pertenecerían a un grupo común, pero cada cuál mantendría su autonomía.
Ambas entidades reconocieron ayer que existen conversaciones 'avanzadas' pero que 'aún no se ha llegado a un acuerdo'. Las líneas generales están definidas y tan sólo falta la ratificación por parte de los consejos rectores, 'lo que podría suceder en las próximas semanas'. También explicaron que la integración está abierta a otras cajas rurales.
La combinación de ambas entidades reforzaría el liderazgo de Cajamar en el ámbito de las cooperativas de crédito. El grupo cooperativo resultante tendría 1.000 oficinas, 4.357 empleados, activos por 26.300 millones de euros y 42.000 millones de volumen de negocio gestionado.
El modelo de fusión planteado se encuentra en la línea de otros grupos cooperativos europeos, como Crédit Agricole, que compatibilizan la existencia de una entidad grande de ámbito nacional (que en este caso sería Cajamar) con cajas con una gran implantación local, muy pegadas a la tierra, y que gozan de una cierta autonomía.
Esta iniciativa es simultánea a otros dos proyectos de consolidación que, en ambos casos, utilizarían un Sistema Institucional de Protección (SIP), un modelo destinado a reforzar la liquidez y la solvencia. En los últimos meses también se han unido las cajas rurales de Toledo y Albacete, así como la aragonesa Multicaja y la Caja de Abogados.
Grupo Confederativo
La fórmula elegida para combinar a Cajamar y CajaCampo ha sido la del grupo cooperativo, un modelo implantado en otros países europeos. Esta decisión podría suponer el abandono de la segunda del Grupo Caja Rural. Cajamar hace años que dejó ese colectivo.