Alierta defiende su inocencia en el juicio por el 'caso Tabacalera'
'Llevo muchos años esperando este momento. Se han dicho muchas cosas durante este tiempo y creo que estos días se van a comenzar a aclarar'. Así se dirigió César Alierta, presidente de Telefónica, al tribunal que le juzga por presunto uso de información privilegiada en la compraventa de acciones de Tabacalera entre 1997 y 1998, cuando era principal ejecutivo de la empresa de tabacos.
Sin haber recibido la palabra y antes de que el fiscal, Alejandro Luzón, comenzara un interrogatorio que tuvo a Alierta dos horas y media en el estrado, el presidente de Telefónica quiso defender su inocencia desde el primer segundo y, de paso, cuestionar algunos aspectos de un procedimiento que dura más de una década. Entre ellos, la actuación del fiscal, 'que muestra en sus argumentos cierto desconocimiento del mercado de valores que espero que también estos días se pueda aclarar', añadió.
Luzón centró su interrogatorio en las cuestiones más importantes de su acusación, en la que pide cuatro años y medio de cárcel para Alierta y cuatro años para su sobrino Luis Javier Placer.
El fiscal se interesó por las negociaciones que llevaron a la compra por parte de Tabacalera de la compañía estadounidense de puros Havatampa y por la decisión de subir el precio del tabaco, dos hechos que se concretaron entre el 11 y el 13 de septiembre de 1997 y que, presuntamente, suponen la información privilegiada que usaron los imputados para obtener una plusvalía con las acciones de Tabacalera que habían comprado y con la subida que estas noticias provocaron.
Alierta negó la mayor. La historia bursátil demuestra que la empresa compradora nunca sube cuando se anuncia una operación, explicó. Suele bajar, de hecho, como sucedió con Tabacalera el día del anuncio -un 0,5%-, puesto que los inversores tienen que asumir los riesgos que se corren con la adquisición y porque la compradora siempre paga un sobreprecio. Tampoco la subida de las tarifas del tabaco supone para Alierta una garantía de subida bursátil, pero, sobre todo, no es algo que él hiciera en solitario, sino que requirió el consentimiento del Gobierno, y sólo se subió el precio después de que Philip Morris lo hiciera primero, aseguró.
En cualquier caso, Alierta negó que hubiera comprado 'directa o indirectamente acciones de Tabacalera en 1997'. También niega que obtuviera beneficio alguno.
El fiscal también preguntó por Creaciones Baluarte, la sociedad a través de la cual se compraron las acciones de Tabacalera, y por el préstamo que le fue concedido para adquirir títulos. Alierta aseguró que Creaciones Baluarte se vendió a su sobrino antes de comprar o usar el préstamo. Placer, por su parte, afirmó que fue su gestor el que adquirió las acciones mientras él residía en el extranjero.
Testigos
Ayer testificó ante la Audiencia un analista de Merrill Lynch, que defendió que la compra de Havatampa y la subida del tabaco no tenían por qué provocar un alza bursátil, y dos inspectores de la CNMV, que señalaron que la investigación se cerró sin conclusiones.